En algún momento de 1999 tomé la decisión de empezar a estudiar la leyenda de Jane's Addiction, así que busqué entre mis compañeros de promoción quien me prestara alguno de sus álbumes para sentarme a escucharlos como Dios manda. Lo mejor que conseguí fue el Kettle Whistle, una entonces reciente compilación de temas en vivo y de algunos temas nuevos con Flea en el bajo. En ese momento atravezábamos aquel prolongado hiato con la esperanza perdida de que algún día volvieran a tocar juntos.
Pero bueno, el tema es que entre el arte del Kettle encontré una respetuosa descripción de la banda por parte de otro de los jugadores importantes de la transición de los años 80 a los 90, Henry Rollins, quien explicaba en unos párrafos que Jane's Addiction era un acto en vivo. Eso es medio evidente pues antes que los discos están los toques, así que simplemente podía tratarse de una amañada justificación comercial para esta recopilación, que es excelente, por cierto, pero esto es lo que dice:
"[...] The band’s Warner Bros. efforts, “Nothing’s Shocking” and “Ritual De Lo Habitual”, are brilliant but in my opinion never captured the soul-expanding gift that the band delivered live. That being said, I think it would be hard for any band to capture such a brilliant thing in the studio. Jane’s was a band that needed to be seen to be heard to feel the full impact. The studio versions of the songs are great, but they’re nothing compared to what they became at a Jane’s Addiction concert when the songs mixed with the moment. A song like “Three Days” on record is a great piece of work, but when you were standing in front of the PA and those big chords pounded you after the drum jam, it was incredibly moving. It was a chapter of your life. Or, when the band stepped down on “Mountain Song”, it was a body shot. It was about as good as live music gets. There were moments like this all through Jane’s concerts. That’s why putting out this record is a damn good idea. It’s not a ticket to the show, but it’s a necessary document of one of the finest live bands there ever was. They came at you on several levels at the speed of sound. Hardcore, working-the-blvd. Ferocity, too hip surfer zen aloofness, drugged out stratospheric abandon, served up with an almost childlike naivete. Terrifying. Unifying. Riot-inciting. Easily more thought-provoking than any corny “message band” ever hoped to be. Jane’s Addiction pointed it out without pointing to it. In the blink of an eye, they made other bands seem outrageously unhip and outdated, like when the Wizard of Oz got his shit put in check. A threat to parents everywhere. Speaking of parents, the JA song “Ain’t No Right” has more stick-to-your-ribs insight than anything my father ever laid on me. [...]" (todo el texto aquí)
Tiempo después, cuando ya podías encontrar toda la información de tus artistas favoritos en internet descubrí que el Nothing's Shocking no era su primer disco. Pues, si es el primero en estudio pero no el primer lanzamiento de la banda. El primero primero se llama Jane's Addiction y es en vivo, lo cual es poco común y bastante ilustrativo. Fue grabado en el Roxy Theatre de Hollywood en febrero de 1987 e incluye detalles interesantes como versiones de Sympathy For the Devil y Rock N' Roll (de The Velvet Underground). Creo que mi favorita es Whores. Como nunca lo tuve, poco lo he escuchado, pero las conclusiones son inevitables: (1) Aparentemente Henry no estaba hablando mierda, y (2), ya llevamos treinta años de Jane's Addiction.
Feliz aniversario!