Fabulosos Calavera • Vigésimo Aniversario

Como ellos mismos enfatizaron ante las cámaras de un MTV noventero que cubría parte de la grabación de Fabulosos Calavera en Nassau, Bahamas, el objetivo aquí fue separar la música de géneros pre-establecidos. Así como con Matador mataron el ska al que estuvieron vinculados en su primera década de existencia, aquí van más profundo en el propósito pues fueron todos los ritmos bailables, que por tanto tiempo fueron su especialidad, los que 'marcaron calavera'. Esto conforma en gran parte la novedad y la intencionada oscuridad de este disco, la obra maestra de Los Fabulosos Cadillacs.

Era 1997, todavía estaba lejos de empezar a entender la genialidad del Rey Azúcar cuando me topé con el El Muerto, video con el que conecté inmediatamente a través de su abundante percusión latina, el poder de los cobres, la maravillosa interacción entre las voces de Flavio y Vicentico y sobre todo, las pequeñas dosis de hardcore que me fascinan. Además de documentar el hermoso lugar donde grabaron y evidenciar la madurez de la banda (por el sonido, los kilos de más o los pequeños hijos de algunos en pantalla), el video revela un nuevo fichaje: alguien que interpreta con mucha destreza una Gibson Les Paul blanca. Es Ariel Minimal, un colega de la escena rock argentina que se unió a la orquesta para añadir extra poder y reemplazar con rock duro el espacio que dejaría disponible lo bailable. Y con la letal guitarra de Minimal a lo largo del disco se completa el concepto Fabulosos Calavera.

Aunque siempre han habido músicos que mezclen estilos y sobre todo rock en esa década (Mr. Bungle es el primer ejemplo que se me ocurre), la trayectoria de Los Cadillacs como latinos les dio una ventaja, en realidad siento que se aquí se acercaron a la originalidad. En esa onda viene el primer tercio de temas, con unas combinaciones rítmicas sensacionales que eran extrañas para ellos y perfectas para el panorama alternativo. Surfer Calavera combina el funk con el hardcore, El Carnicero de Giles/Sueño el jazz con el metal (maravilla), Sábato... un poco de todo lo mencionado. Bonito respeto le presentan a la obra de su compatriota en esa letra:

"{...} La casa estaba llena de secretos y el incendio parecía extraño
como aquel crimen de los atrapados en el ascensor sin resolverse {...}".

Los cambios explosivos de intensidad son la regla allí, mientras que teclados, voces, risas y gritos esporádicos le dan un toque de carnaval demente. Los punteos, los riffs y los feedbacks de la guitarra por su parte, son el polo a tierra. Excelente.

Tomé prestada esta imagen de zonadeobras.com, otro blog donde también acaban de publicar un artículo sobre Fabulosos Calavera.

El productor americano Karl Cameron 'KC' Porter, especializado en vender música latina a las masas y con quien habían trabajado en el subvalorado El León (1992), comparte créditos sobre esta maravilla, pero continuemos. En Howen, del baterista Fernando Ricciardi, desenchufan la guitarra por primera vez anunciando un giro para el segundo tercio del álbum. Nunca sabes bien qué es o a qué te recuerda esta canción pero es hermosa y cumple el propósito de salirse del molde. Continúa A Amigo J.V., un jazz suave y exquisito que privilegia el sonido de la batería, del piano y del contrabajo sobre la delicada atmósfera de un acordeón tocado por 'KC'.

En el núcleo nos encontramos el plato fuerte del Calavera: Hoy Lloré Canción, creación de Flavio y Rubén Blades, quien de alguna forma acude a honrar el homenaje que le habían rendido años atrás con la versión de Desapariciones o con el fragmento lírico de Raggapunkypartyrebelde.  La conmovedora letra en sabia clave de salsa, más para escuchar que para bailar, es tan poderosa como el hardcore solo que primordialmente acústica. Y esta segunda etapa se completa con el único episodio ligeramente bailable y masivo éxito Calaveras y Diablitos, que habla por sí mismo pues TODOS los hispanohablantes nos la sabemos.

Con la rápida Il Pajarito empieza el último tercio de disco, retomando un poco la lógica rockera inicial. Niño Diamante, una de las más finas, llega fuerte con un gran riff de piano en ritmo 3/4 sobre el que se monta un alegre jam de seis minutos con aportes de casi todos instrumentos. Piazzola, otro cabezazo musical de Flavio y evidente homenaje a Astor, otro gran orgullo argentino, es una de las más fuertes, variadas y divertidas. "voy a estrellarme contra tu bandoneón a toda velocidad". Temazo.

Amnesia, del saxofonista Sergio Rotman, es una canción triste y delicada con una melodía de voz divina sobre varios teclados y un coro rockero que le va de maravilla. El cierre 'tanguero' de A.D.R.B (en busca eterna), pareciera sugerir también el fin de una era, anunciando de alguna forma lo que vendría en su próximo trabajo, que tiene otra energía pero que igual lo hacen soberbio. Si con Rey Azúcar parecían haberla sacado del estadio, eso resultó ser solo la introducción a su mejor momento discográfico.

Basta escuchar con un poco de atención para reconocer la riqueza musical de Fabulosos Calavera, la calidad de sus letras y la indiscutida maestría de Los Cadillacs para moverse entre ritmos en una dinámica deliciosa. Nunca imaginé que aquella orquesta que tocaba un merengue como Gitana haría tremenda obra rock, favorita personal y de varios en mi generación que la vemos madurar desde entonces como los tragos más finos. Y claro, siendo su mejor disco es también uno de los mejores de la música popular latina y de obligatorio conocimiento. Que sea esta una oportunidad para honrar el símbolo de la calavera matando algo que queramos dejar atrás.

¡Feliz aniversario!