The Bedlam In Goliath • Décimo Aniversario

Cuando se lanzó este álbum sufría de plena obsesión con The Mars Volta así que estaba muy al tanto de su trayectoria. Desde entonces y durante estos diez años la conclusión ha sido que aunque se trata un disco de grandes ligas y el último aporte discográfico contundente de esta orquesta rock, en The Bedlam In Goliath "soltaron la pelota" por primera vez.

Producido por el guitarrista y compositor principal, Omar, quien ya sumaba buena experiencia en el asunto, el resultado es técnicamente tan interesante y con un sonido tan potente y fino como sus antecesores. Entre los aspectos que llaman la atención están sus melodías vocales que parecieran más altas que de costumbre y cuyo alcance en vivo resultó todo un reto para Cedric. También, la percusión llega a los niveles de intensidad más elevados en su historia a manos del joven baterista Thomas Pridgen, quien no tuvo problema alguno en replicar sus golpes y ritmos en concierto, cotizándose como uno de los mejores activos de este respetado proyecto en ésa época.

Alegaron haber tenido problemas con lo oculto durante la grabación pero es en composición donde flaquean, lo que quedó claro con sus siguientes y últimos dos discos. Una propuesta experimental y progresiva como ésta sufre mucho si se pierde el "veneno", que es impecable en la primera mitad pero que no logra mantenerse hasta el final. Ese lado A tiene fortalezas como Metatron e Ilyena, hasta la espectacular Goliath, eje central del trabajo y una de mis favoritas personales, donde mezclan su espíritu latino con el de Hendrix y la poderosa escuela hardcore de donde salieron.

A partir de Tourniquet Man empecé a sentir que algo faltaba, aún en temazos como Cavalettas o en la sabrosa Agadez, y esto tiene que estar relacionado con la duración de los cortes, pues, aunque no es extraño que un álbum de los Mars Volta dure 75 minutos, el riesgo de fallar es directamente proporcional a la cantidad de tiempo jugado. Soothsayer, el segundo tema que define el concepto del Bedlam, no me mata por más interesante que sea. Del lado B mi favorita es Ouroborous.

Aunque se que The Bedlam In Goliath no es tan bueno como sus hermanos mayores, igual coincido con la prensa especializada que no lo baja de un ochenta por ciento de calificación. Excelente álbum rodeado de buenos momentos de la década pasada.

Feliz aniversario!

Aquí los vi en vivo cuando abrieron para R.E.M. en Bogotá a finales de ese 2008.