Road To Ruin • Cuadragésimo Aniversario

Este es un momento muy musical para los Ramones, quienes mejoran su sonido considerablemente en comparación con sus tres discos anteriores. Primero se encuentra la contratación de Marky Ramone (Marc Bell) para lograr un sonido contundente en la batería, lo cual es sutil a primera escucha porque con este integrante no pretenden agregar nada a la base rítmica, simplemente tocarla perfecta, lo cual es un detalle de producción importantísimo del que son responsables Ed Stasium y el desplazado baterista fundador Tommy Ramone, quienes se enfocan con éxito en la melodía y en hacer el sonido profesional.

Pero el principal elemento mejorado son las guitarras, cuyos adornos empiezan a sentirse desde la mitad de I Just Want To Have Something To Do, cosa que nunca se había acontecido en un disco de los Ramones. En el segundo corte I Wanted Everything no se escuchan adornos pero si pareciera que la característica velocidad de Johnnny queda atrás procurando una interpretación más consciente y completa, como cada acorde que tocaría Keith Richards. En Don't Come Close ya enfrentamos lo inesperado: guitarra acústica y punteos en un tema completamente pop y hermoso que prueba del todo las nuevas intenciones comerciales de la banda.

A partir de allí, con I Don't Want You y el cover Needles and Pins, se hace evidente que la lista de canciones turnará entre sus rockeras rápidas clásicas y la nuevas aproximaciones new wave y amigables para la radio, como el plato fuerte I Wanna Be Sedated, cuya interpretación de guitarra es espectacular si uno se detiene a analizarla: controlada en las estrofas y con pocos acordes en los coros. Entre más sencilla, más poderosa. A su vez, los aplausos que se van agregando como reemplazo del redoblante es uno de los detalles más hermosos del punk rock. Tema inmortal.

Lo que no cambia es el imperceptible bajo de Dee Dee que da el cuerpo suficiente a la mezcla y la hermosa voz de Joey, posiblemente el mejor activo que tuvo Ramones, pues independiente de cuán básica o sofisticada estuviera la música, la voz siempre eleva todo por encima del promedio. Todo un campeón en su oficio.

A veces pareciera que este cambio ocasionó una leve ralentizada a la música, pero cuando uno revisa la duración de los temas se da cuenta que es el mismo molde de siempre, solo que la receta trae más ingredientes, como un ponqué barato de tienda al que en navidad le agregan frutas y vino. Entonces, en su cuarto intento discográfico los Ramones logran su mejor sonido en estudio y mejor musicalidad entre sus aportes de los años setenta, aunque no todo el mundo lo note o no a todo el mundo guste.

Feliz aniversario!