Electric Ladyland • Quincuagésimo Aniversario

Electric Ladyland es una hermosa lucha en estudio por ser un álbum extraordinario y no otra colección de canciones populares por uno de los artistas del momento. Con él quieren abrazar las herramientas de grabación como otro instrumento musical, además de añadir un concepto. El inicio con ...And The Gods Made Love es evidente en esta intención, de hecho siempre que empiezo a escucharlo vienen a mi cabeza imágenes de Jimi en la época sentado frente a una consola con cara de "con-esto-también-puedo-experimentar". Ahora, si bien tiene una exquisita atmósfera y muchísimos detalles, creo que no llega a ser conceptual y que el resultado final está bien lejos del ícono sesentero de la experimentación en estudio Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band.

Pero claro, de cualquier forma se trata de una obra estupenda, registro de un momentazo del titán de la composición e interpretación que era Jimi y de su banda inglesa The Experience, así que no hay por qué preocuparse por este discazo. En estos últimos años, he disfrutado sus intenciones experimentales, su interesante empleo de teclados (por ejemplo, en The Burning Of the Midnight Lamp), sus canciones "raras" (la jazzera Have You Ever Been (To Electric Ladyland) o la 'circunstanfláutica' Rainy Day, Dream Away), pero los elementos más importantes para mí son sus dos temas épicos:

  • Voodoo Chile (15:05 minutos): Uno de los mejores blues jamás escritos, aquí Hendrix continúa su culto al respetado gremio negro que originó el rock, oficio ya legendario. La letra indica que parte de Muddy Waters, pero la canción revisa diferentes etapas del género. Claro, con su especial estilo:

"The night I was born
I swear the moon turned a fire red
Well my poor mother cried out "Lord, the gypsy was right!"
And I've seen her, fell down right dead"

Por cierto, esta canción dio lugar a Voodoo Child (Slight Return), sin duda uno de los más famosos e importantes de Hendrix y con la que se cierra este trabajo.

  • 1983... (A Merman I Should Turn To Be) (13:40 minutos): Canción de otro planeta. Muy psicodélica y si revela mucha experimentación sónica desde el inicio (muchos ecos), aunque mientras suena el fantástico riff principal, no puedes pensar en otra cosa. Luego, deja espacio para solos en todos los instrumentos y alrededor del minuto diez, me encanta lo que hacen con el bajo, seguro porque ya amo todas las baterías de Mitch Mitchell. Un gran viaje y mi favorita del disco. Esa sensación permanente de que proviene de otra dimensión me recuerda el corte de su debut Third Stone From the Sun. Elevado nivel.

Esta conecta con el episodio sonoro Moon, Turn the Tides... Gently Gently Away, y con todo el remate que es muy 'sollado', especialmente por la versión de All Along the Watchtower, seguramente el mejor cover que le hayan hecho a Dylan, reputación que solo crece con el paso de los años. Adoro ese momento Hendrix. Entre otras predilectas: Come On (Let the Good Times Roll) y Gypsy Eyes.

Tantos artistas tienen espacio reservado en mi corazón que me resulta muy complejo pensar en preferir uno, pero si no tuviera otra opción, Jimi es quien más acierta en explicar mi predilección por el rock (en sentido estricto) con el toque indicado de psicodelia que lo mantiene con un pie afuera de su propio hermetismo, y permitiéndole elevarse y volverse un trip. A su vez, de todos sus álbumes, que infortunadamente fueron pocos, Electric Ladyland es mi favorito precisamente por ser el más 'volado', en el que aprovechó el estudio de grabación para dar valor agregado a las maravillas que hacía en vivo.

Feliz aniversario!