White Pony · Vigésimo Aniversario

(Este gris representa de maravilla el sonido del álbum)

He estado pensando en los detalles que hicieron al White Pony el álbum más popular de Deftones y no ha sido una tarea fácil pues varios de ellos también se encuentran a lo largo de la discografía. Al final me quedo con lo siguiente:

Aunque en el estándar Deftones cada canción te mueve entre lo explosivo y lo delicado, una de mis primeras reacciones ante esta tercera entrega es que en la primera mitad del disco, corte a corte van alternando entre canciones intensas y suaves. En ese pasado glorioso donde (todavía) el metal ocupaba un espacio diario en la radio, fue lógico que me deslumbrara con el lado pesado, pero los años me trajeron claridad y pude notar que el paso adelante que aquí dieron en términos de producción, puede evidenciarse es en esas canciones suaves. Por si acaso, crecí con la versión original de este disco, la de portada gris, por lo que no existe posibilidad de que para mi esto empiece sin la perspicacia de Feiticeria.

Claramente, por las suaves me refiero a las primeras tres pares: Digital Bath, Rx Queen y Teenager (tracks 2, 4 y 6). Lo primero que hay que anotar es que están construidas sobre unos ritmos exquisitos, con la agudeza de Abe Cunningham en los tambores, pero compartiendo espacio con las primeras programaciones en la historia de Deftones. Este asunto rítmico puede ser una sutileza para muchos pero en todo caso es protagónico. Como se anotó en este espacio hace un tiempo, Cunningham es uno de los activos más importantes en esta sociedad, quien acompañado de unos buenos patrones rítmicos (cortesía de Dj Crook, según entiendo...), se siente que está componiendo, algo más que solo ser sagaz en la batería, como siempre lo ha sido.

A su vez, al ser la más suave, Teenager declara que efectivamente hay un elemento electrónico andando. Mientras pareciera que una batería trata de disputarle el ritmo a una programación, la tranquilidad en las guitarras permite percibir la atmósfera detrás de todo el álbum, esa textura que hacen con sintetizadores y otros juguetes de estudio, y que clasifican como post-grunge o post-rock. Ese valor agregado tiene muchas implicaciones en la historia de estos genios, como terminar de separarlos del decadente nuevo metal, volverlos atractivos para otras escenas, y crear una idea sónica que a partir del estreno del Gore (2016) bauticé como new wave metal, pues ése es el otro álbum de Deftones que enfatiza en estas características del White Pony. La adición de Frank Delgado como quinto integrante, quien ya venía haciendo pequeños aportes de este orden, oficializa esta nueva realidad en el proyecto.

En cuanto al lado intenso se refiere, solo quiero anotar que me sigue sorprendiendo la pesadez de Elite. Si uno se enfoca en los instrumentos, es como death metal. Si uno se enfoca en la atmósfera, es como metal industrial.

Iniciando la segunda mitad del álbum se abre paso parte del plato fuerte, que siento empieza con Knife Prty, un tema con la esencia clásica de Deftones, pero con ese espectáculo vocal que inicia antes del tercer minuto, posiblemente el mejor momento de Chino Moreno con su banda. Hoy, por alguna razón, me recuerda a ese hermoso episodio noventero de Luciano Pavarotti en la canción Miss Sarajevo.

La otra parte del plato fuerte es Passenger, por supuesto. Es fascinante escuchar a dos vocalistas tan importantes para el metal alternativo turnarse estos versos, enalteciéndose mutuamente como músicos tanto Maynard James Keenan como Deftones. La combinación melódica que logran es simplemente increíble, siendo esos seis minutos escasos cuando sientes que habrían podido continuar juntos para siempre. Ese tema le da mucho estatus a White Pony. (Oído nuevamente al riff principal de batería).

Así, sin referirme a los memorables hits Change y Pink Maggit, ni a los aportes del guitarrista Stephen Carpenter que son definitivos en todo Deftones, creo he anotado un par de puntos clave para entender el éxito de este disco. Construido de forma colaborativa por grandes músicos en un movido pero inspirador cambio de milenio, este álbum contiene tanto lo que me gustaba en la adolescencia, como mucho de lo que me vino a gustar después. De hecho, que sea el más popular de Deftones, es mucho decir. Sin duda uno de los definitivos del año 2000.

Feliz aniversario!

Oído! Aquí tocaron un cover de Depeche Mode... para ilustrar aún más la propuesta sonora.