Facelift · Trigésimo Aniversario

En 1990, la diferencia entre lanzar tu disco de manera independiente (por ejemplo, bajo el sello local Sub Pop) y hacerlo con Columbia Records era drástica, razón por la cual este es el que mejor suena del Seattle pre-90's, incluso mejor que el Apple de Mother Love Bone que se había estrenado unas semanas antes, también bajo favorables condiciones económicas. En todo caso esto es un mérito para Alice In Chains, pues debutar en las grandes ligas significaba haber impresionado a la persona indicada en el momento indicado y luego cumplir con una entrega que respondiera a las expectativas comerciales. Eso fue exactamente lo que sucedió con Facelift.

Hace años cuando me obsesioné AIC, la sensación comercial generada con Dirt y con el homónimo de 1995 hacían difícil centrar la atención en las otras piezas. Sin embargo, años después del memorable Unplugged, cuando el receso indefinido se convirtió en el final de la banda por el decadente estado de Layne Staley, no quedó otra opción que agotar todos los recursos. En esta necesidad de más AIC fue como llegué a este álbum que rápidamente se ubicó junto a sus hermanos en términos de predilección.

La copia en CD la tuve mucho después, pues de nuevo, eso no se encontraba fácil por aquí, pero recuerdo que mis compañeros de banda me habían prestado una cinta en VHS llamada Live Facelift, que registra uno de los lanzamientos de su primer trabajo en Seattle, su ciudad, en el helado diciembre de 1990. Claro, el respeto que ya les traía, más ver los temas interpretados en vivo, potenciaron mi entendimiento sobre Facelift. De forma inmediata me sentí anonadado por la grandeza de estos cuatro señores, el groove, las voces, los riff y los punteos de guitarra. Increíble. Además. TODAS las canciones son excelentes. Juzguen ustedes:

No quiero detenerme en los detalles musicales pues son los mismos que se encuentran a lo largo de la discografía, tal vez, señalar que aquí las canciones suenan ligeramente más inocentes y menos oscuras que las que siguieron, pero desde lo técnico, es la misma versión ácida y enérgica perfecta para el headbang, cuya única guitarra no satura el ambiente y permite apreciar todo. Esto también es el origen del metal alternativo, AIC tenía una dinámica sónica similar a la de Pantera, lo cual los llevó a iniciar sus giras como teloneros de gigantes del metal ochentero, así como a construir un álbum como el Dirt, que es el elemento más heavy de la mezcla de punk y metal conocida como grunge.

Recuerden, después de We Die Young y Man In the Box los temas fluyen sin bajar la guardia por un minuto. Por poner ejemplos, ayer en un grupo de  Facebook preguntaron que cuáles punteos les paraban los pelos todavía, yo respondí: Sea Of Sorrow. Esta mañana, leí el artículo que SPIN hizo con ocasión del aniversario, allí, Kim Thayil (Soundgarden), Brandon Boyd (Incubus) y Phil Anselmo (Pantera), señalan Ain't Like That como su canción preferida del disco. Sunshine, Bleed The Freak, Real Thing... en serio que es para darse gusto. Facelift no tiene nada que envidiarle a los demás discos de Alice In Chains.

Feliz aniversario!