Tago Mago · 'Quincuagésimo Aniversario'

(Uno queda como este dibujo después del viaje...)

No todos los caminos de la música pasan por el Krautrock, pero si es tu caso, estás buscando (o merodeando) en los lugares indicados. Si bien después de Internet las posibilidades de llegar (o pasar) por todas las vertientes musicales se incrementaron de manera considerable, en ésta, además de llegar, se requiere propósito, la disposición de detenerse por un tiempo a apreciar tantas curiosidades y maravillas, pues no puede consumirse a la velocidad del consumo actual. Si uno está familiarizado con la música experimental y las canciones extensas (Pink Floyd o los mismos Kraftwerk, por ejemplo), o si uno se ha preguntado qué demonios hacía Bowie en Alemania en la década de los 70, la cosa se facilitará. Una vez en la galaxia Krautrock, uno de los principales planetas es CAN y una vez en ese planeta, uno de los tres pasos obligados es: Tago Mago.

Este disco es un viaje psicodélico: al principio uno empieza a deslumbrarse sonriente con la novedad de los sonidos y las imágenes, y de repente estás bailando emocionado bajo un ritmo contagioso. Sin darte cuenta el baile se volvió un trance y la sorpresa es opacada por el miedo a lo desconocido, que llega con algunas de sus amigas preferidas, entre ellas la profunda pregunta: ¿esto va a durar para siempre?

Los otros álbumes de CAN también son psicodélicos, pero más amigables en ese aspecto. Tago Mago es "the real deal". El viaje es tan profundo que uno sale a explicarlo y no tiene mucho sentido lo que uno explica. Podría anotar que con la experimentación electrónica sobre el jam funkero y tribal, la experiencia se agranda mucho. El punto más profundo del viaje son los diecisiete minutos de Aumgn, donde encuentras el sentido de la vida y lo vuelves a perder. Maravilloso.

Como se imaginarán, he sido muy feliz con este disco, estimula la cabeza, la imaginación, la memoria, el oído. No es una decisión usual ponerlo a sonar y por eso, tampoco es usual la experiencia de hacerlo, es especial, como cuando uno se toma el tiempo y descubre una curiosidad o una maravilla.

Feliz aniversario!

Tago Mago inicia con la elegantísima Paperhouse.

Este video inicia desde Oh Yeah, el tercer corte del álbum que incluye una estrofa en japonés (el cantante es japonés)

Esto es parte de Halleluwah, el cuarto corte y más extenso (18 minutos), que es una gran bailable.