Origin Of Symmetry · Vigésimo Aniversario

Muse fue una de las bandas que le extendió la vigencia al rock en el mainstream del siglo XXI, gracias a su elevado nivel musical y a la fuerza que le imprimían a la interpretación, combinación que parecía empezar a escasear en esa época con el paso de este género a un segundo plano. Ésa fórmula que expusieron durante sus primeros años de existencia y con la que conquistaron audiencias de diferentes edades y tendencias, ya se encontraba cerca de la perfección en Origin Of Symmetry, su segundo disco y mi preferido.

New Born abre con un piano clásico y poco después se une una línea de bajo frenética sobre la que se ensambla todo el poder. Ese es el camino principal del álbum, con leves variaciones como el sintetizador en Bliss, o como el piano adoptando el frenetismo en Space Dementia. En este punto ya está planteada esa atmósfera entre distópica, futurista y espacial, que es como un leitmotiv de Muse y de Origin Of Symmetry. Por otro lado, que el primer y tercer corte duren más de seis minutos indica que efectivamente, ya contaban con la confianza creativa para llevar las maquetas que habían planteado en Showbiz a otro nivel. Ningún minuto sobra y en particular, cada minuto es glorioso en Citizen Erased, que pasando los siete minutos de duración es el plato fuerte y mi canción favorita. Me encanta que además de TODO el dramatismo de Muse, se base en uno de sus riffs más metaleros (sin ser acelerado).

No obstante, la mayoría canciones rondan los tres minutos de duración, esto indica que cuando no hay insumo para explayarse dejan sus composiciones más concisas y en todo caso, se trata de algunos de los mejores momentos del disco. Con Hyper Music que es de las más alegres, y con Plug In Baby y su lead de guitarra heavy, llegan a ser muy contagiosos, poniéndote a cantar a todo pulmón en la ducha. Lo que logra Matt Bellamy con su voz es espectacular y canciones como Micro Cuts o Darkshines lo demuestran con creces: son cortas pero en lo vocal llegan a la exageración. Es increíble.

En el lado B está Screenager, una curiosidad con la que interrumpen la alta intensidad pero no el concepto sonoro, truco que usarían un par de veces más para favorecer la dinámica de sus álbumes. Un truco que no volvieron a usar fue hacer un cover, que en este caso se trata de su versión de Feeling Good (más famosa por la interpretación de Nina Simone que por el musical inglés para la que se creó), en donde descansan tanto de la intensidad como de la tragedia, demostrando además que podían moverse en otros estilos con la facilidad de los músicos geniales que son, y así volver con toda a su estilo característico para el remate en Megalomania, que además es en donde más se notan los arreglos orquestales del disco.

Además de continuar su impresionante escalada de calidad y popularidad, en Origin Of Symmetry se confirma que el joven trío inglés iba a dominar el mundo, proponiendo temas interesantes y tocando como muy pocas bandas pueden hacerlo. En mi caso, lo que no lograron deslumbrarme con su concepto sobre el orden (o el caos) atómico del universo aquí planteado, si lo hicieron con la música que nunca he parado de aplaudir de pie.

Feliz aniversario!