Como si no existiera ya una desmesurada oferta de música a nivel mundial o como si melómanxs y críticxs tuviéramos tiempo de sobra para dedicarle al asunto, para bien y mal, algunos artistas se fueron de prolíficos, reproduciéndose ampliamente a través de sus discografías, lo que a veces nos hace preguntarnos si quien mucho abarca poco aprieta. Veamos:
King Gizzard & the Lizard Wizard
Empecemos con el sexteto australiano cuya intensa ética de trabajo ha arrojado 22 álbumes en su primera década de existencia. Sin ser 2022 su año más prolífico, igual nos bombardearon con cuatro novedades: 'Ominum Gatherum', 'Ice, Death, Planets, Lungs, Mushrooms And Lava', 'Laminated Denim' y 'Changes', sumando un total de (80 + 63 + 30 + 40) 153 minutos de música nueva. Wow. En todos encontramos momentos memorables pero también una inevitable sensación de divagación. Hoy sería apresurado pronunciarse sobre la calidad de estas entregas puesto que es preciso dedicarle unos meses más a digerirlas, si ellos mismos nos lo permiten.
Guided By Voices
Esto de lanzar muchos discos no es una moda nueva. Lo demuestran discografías como la de Frank Zappa o la de Robert Pollard, quien sino bate récords como solista, tal vez sí lo haga sumando la historia de su proyecto principal Guided By Voices. Fieles al indie y al Lo-Fi no extraña que se les haya facilitado dejarnos 3 nuevos discos en 2022: ‘Crystal Nuns Cathdral’, ‘Tremblers & Googles by Rank’ y 'Scalping the Guru’. No es una banda muy seguida por estas tierras y tres entregas es bastante por asimilar, pero para quienes anden en onda alternativa, hay buen material aquí.
Boris
Este reputado trío japonés continúa ganando espacio y respeto en oriente y occidente, con una amplísima discografía y sobre todo, explorando diferentes estilos. De hecho, también les incluimos en las últimas recomendaciones sobre hardcore 2022 con 'Split', pero antes ya habían estrenado ‘Heavy Rocks’ (otro), muy en onda Motörhead, es decir, moviéndose entre el punk y el metal; y a principios de año ‘W’, otro álbum también ruidoso pero en onda atmosférica y post-rock, sumando unos 90 minutos de nuevo material que vale la pena revisar.
Jack White
Cuatro años pasaron entre los grandiosos Lazaretto (2014) y Boarding House Reach (2018), lo que sugería que en 2022 se cumplía plazo para que nuestro estimado genio continuara ampliando su historia como solista. Efectivamente, el poderoso 'Fear Of the Dawn' sigue este impecable legado, pero no nos esperábamos que poco después estrenara 'Entering Heaven Alive', que más allá de su enfoque acústico, su calidad y el buen recibimiento de la crítica, nos deja pensando si es posible disfrutarlos con la misma intensidad. Tal vez no inmediatamente, de pronto, eventualmente.
Red Hot Chili Peppers
En éstos últimos años hubo tiempo para muchas reflexiones al respecto, de hecho, muchxs veníamos reconociendo las bondades de The Getaway (2016) y el hecho de que, efectivamente, los Peppers funcionan con diferentes guitarristas y productores. En abril de 2022, se suspenden las especulaciones con el estreno de 'Unlimited Love', trabajo con el que se conviertieron ipso facto en uno de los acontecimientos del año. Su abrumadora popularidad y el creciente reconocimiento de Frusciante como músico, lograron que se sintiera como un regreso aún cuando nunca habían abandonado. De entrada, sus 73 minutos implicaron un reto de asimilación considerable -que por cierto me recuerdan a los 73 minutos del Blood Sugar Sex Magik (1991)-, minutos que los fanáticos disfrutamos completitos, mientras que los demás se satisfacen con un par de canciones.
Ahora, gran sorpresa nos llevamos en octubre con 'Return Of the Dream Canteen', pues con él sumaron la poco despreciable suma de otros 75 minutos de nueva música, para un total de 148, superando incluso los 122 del ambicioso Stadium Arcadium (2006), que fuera su última hazaña creativa con Frusciante. En estas entregas hay tanto material que es apenas comprensible que se encuentren opiniones encontradas. En todo caso, ambos fueron excelentes noticias del año.
Conclusión
Podría pensarse que esta prolificidad discográfica se trata de un fenómeno que se incrementó con la llegada de Internet y la ampliación del acceso a herramientas de creación y de distribución musical, pero afirmarlo requeriría un análisis más detallado de las últimas dos décadas. En todo caso, aquí les queda este breve análisis y un pocón de música pra revisar.
