Recién llegados los 90, cuando los Ministry ya eran considerados padres de su escena y contaban con el respaldo del familiar ambiente de Wax Trax Records en Chicago donde las colaboraciones entre artistas eran casi obligatorias, tuvieron a bien asociarse con uno de los entonces héroes del hardcore americano, el ácido y ex-Dead Kennedys Jello Biafra, para darle vida a Lard, un interesante proyecto del que resultó muy buen material sonoro. (Esta sociedad con un cantante del punk tuvo un antecedente directo llamado Pailhead).
Pure Chewing Satisfaction es el tercer álbum de Lard que llegó en 1997 cuando el metal industrial estaba de moda, con el poderoso sonido de la alineación original Ministry, es decir con Paul Barker en el bajo y Bill Rieflin en la mayoría de baterías, sumado al inmenso contenido lírico de un todavía joven cantante y liricista, quien nunca desperdicia palabra en su eterno propósito de manifestar su intención de destruir el sistema, la lucha contra las drogas, el abuso policial, la pena de muerte, entre tantas otras cosas que da gusto escuchar, a todo volumen.
No tiene los rápidos tempos del hardcore (el tote I Wanna Be A Drug-Sniffin Dog es la más rápida en tempo y duración) pero tiene toda la intensidad del metal industrial, con unas distorsiones y unos redoblantes demoledores sirviendo en bandeja de plata las divertidas denuncias y despotriques vocales. (Oído al redoblante a partir del minuto 3:10 en Moths).
Personalmente, el Pure Chewing Satisfaction me ha parecido una exquisitez por veinte años, con un arte divino y con el encanto de haber sido lanzado a-lo-independiente a través de Alternative Tentacle Records (sello disquero de Biafra), sin videos promocionales o mayores estrategias publicitarias. Todas las canciones son excelentes, aunque hacia la mitad del disco se requiere que el oyente tenga vena para el industrial porque hay varios minutos duros para el oído. Entre las mejores están la apertura con War Pimp Rennaissance y Peeling Back the Foreskin Of Liberty "DIE. LIVE FREE OR DIE". Y el cierre con la sentimental Sidewinder, donde por fin se da espacio para escuchar el bajo, también me gusta bastante.
En fin, Lard fue uno de los bonitos experimentos de los 90, una celebración del underground ochentero diez años después, y en este disco hicieron un magnífico trabajo dentro de su estilo y ampliando el panorama de la música alternativa. Buena chicos por el Pure Chewing Satisfation.
Feliz aniversario!
Yo soy quien más lamenta que no haya nada en vivo...