Villains, lo último de Queens Of The Stone Age, me ha puesto a pensar en músicos que hayan evolucionado y la verdad es que entre el (me gustaría creer que amplio) conjunto de mis artistas favoritos, no hay tantos. Esto significa que la mayoría de ellos han expuesto un mismo estilo durante sus carreras y que vengo siendo un conservador en la materia. Interesante. En el caso de QOTSA estoy disfrutando de su evolución pero continúo considerándome fanático de su 'primera era'. En el caso de PJ Harvey, otro caso de análisis reciente, no solo soy fan de su 'primera era' si no que sus últimos trabajos no me han 'movido la aguja'.
En 1997 ni siquiera estaba consciente de cómo evolucionaba un artista (Bowie y Metallica tal vez), simplemente de si x o y álbum me gustaba, pero ahora, esa reflexión coincide con el vigésimo aniversario del Homogenic, un ejemplo perfecto para este planteamiento porque en ese entonces estuve lejos de entenderlo por mi incapacidad de superar el Post, lo que que me costó años y muchos desamores con Björk. Hoy, después de un cuarto de siglo de verla estrenar música, siempre intentando cosas nuevas y de haberla visto en vivo aquí en el Distrito Capital, ya se que evolucionar siempre ha sido lo suyo y que tal vez es cuestión de tiempo para que me termine de encantar toda su obra, así como me terminó encantando Homogenic, una de sus indiscutidas obras maestras.
Si bien ya venía trabajando con un equipo británico especializado en electrónica, aquí se unió el productor inglés Mark Bell a quien se le reconoce bastante crédito por esta maravilla. Desde Post estaba claro que estos discos clasificaban entre las grandes ligas de este género musical, pero Homogenic tiene un encanto distinto al de su antecesor, tal vez es más minimalista, más trip-hop, menos industrial, con menos capas sonoras que te permiten apreciar mejor su principal cualidad: el exquisito contraste de su perfecta voz, las cuerdas clásicas y otros instrumentos acústicos inesperados sobre electrónica, cuando no es solo su voz sobre electrónica.
Aunque tuve mis dudas sobre si me gustaba, si recuerdo lo emocionante que fue ver a Björk tomándose otra vez Mtv con cinco nuevos videoclips que exponían de maravilla sus ideas, su relación con la naturaleza, con su tierra, con sus dramas, y para donde iba su propuesta hacia futuro, claro. Hunter (si le sienten el toque de tango?) Jòga, Bachelorette, Alarm Call y All Is Full Of Love fueron inolvidables momentos en pantalla porque continuaban revelando su temprana motivación de experimentar con el video. Creo que a veces olvido lo importante que es su obra.
De los cinco temas restantes he llegado a encariñarme mucho con Unravel y 5 Years, pero como corresponde en este espacio, el reconocimiento aquí es a todo el conjunto. Para concluir, quiero darle las gracias a esta mujer por evolucionar audiovisualmente y por continuar sorprendiéndome a través de los años, su dedicación es la inspiración que necesito para no dormirme en el cómodo mundo de lo me gusta y enfrentarme a lo que puede llegar a gustarme. Por ahora, mientras termino de entender todo lo que ha hecho, celebraré Homogenic, otro hermoso capítulo de los años noventa.
Feliz aniversario!