Miren quién cerró 1977 tras la abrumadora secuencia de álbumes punk ingleses: Suicide, proyecto de los neoyorquinos Martin Rev y Alan Vega, quienes cautivaron la escena callejera de su ciudad con un micrófono, un sintetizador y mucho carisma.
Es hermoso que terminaran vinculados en este combo pues más que por su estilo musical, lo que traían era una propuesta artística. Su música, sin embargo, golpea. Va y viene entre diferentes grooves (oído a la hermosa Cheree) pero un pulso electrónico y tensionante permanece. También, la crudeza del épico relato Frankie Teardrop da lugar a gritos que te ponen nervioso. Una manera muy interesante de agresividad. Este trabajo se llamó igual que el proyecto.
Se me ocurre que para la época solo en el Krautrock habría algo similar, pero la energía es completamente diferente por lo cual no quedó otra opción que catalogarlos como pioneros y vanguardistas. No importa la etiqueta claro, importa que me encanta el disco aunque no sea para toda ocasión.
En los años 90 pasé por alto el pulido homenaje que Rollins Band les rindiera con la versión que hicieron de Ghost Rider para la banda sonora de The Crow. Conocí Suicide años después cuando me obsesioné con el punk y efectivamente fue una de las buenas recompensas de esa búsqueda que entonces emprendí.
Feliz aniversario!
"America is killing it's youth"