Esto está por fuera de la zona de confort de este blog pero el ejercicio de revisar Mötley Crüe ha sido muy divertido. Uso ese adjetivo porque así lo hacen en una escena que amo de la película The Wrestler (2008) cuando se refieren a este estilo y en ese sentido, últimamente siento que después de haber hablado mal de esta escena por tanto tiempo, tal vez una reivindicación sea un gesto ecuánime, además de permitirme refrescar opciones en mi cabeza para usar en fiestas ochenteras. El ejercicio empezó hace unos años revisando Shout At the Devil, donde ofrecían una imagen más oscura y un sonido sólido, y termina ahora con la revisión del Dr. Feelgood, su quinto álbum y mejor calificado.
Despega con toda. El intro crea un suspenso muy bien logrado que invita a subir el volumen y a explotar con el tema que da nombre al disco, un hit absoluto que los encuentra muy cómodos con un tempo lento que les permite dar todos los golpes con contundencia y dejar espacio para hacer chillar las guitarras con calma e incluir trucos de estudio como los de la introducción. Creo que ahí está la fortaleza de esta entrega y tiene que ver con el productor Bob Rock, quien precisamente aplicaría esta fórmula en otras producciones con gran éxito, como el legendario álbum negro de Metallica dos años después. La batería es otro logro pues suena gigantesca. Muy bien Tommy Lee por esos golpes tan masivos.
En Slice of Your Pie anuncian brevemente el empleo de balada -que viene en camino-, y un interesante outro en ritmo 3/4 que pareciera homenajear -incluso plagiar- I Want You (She's So Heavy) de los Beatles, de quien parecieran mantener inspiración desde sus inicios como banda. En Rattlesnake Shake se van de funk, sugiriendo un sonido medio sincopado y hasta vientos. En este punto ya se han escuchado armónicas y otros instrumentos invitados como el percutivo cencerro, que me empiezan a recordar mucho a los Gun's N Roses y que regresan de vez en cuando dándole identidad al álbum.
Hacia la mitad las cosas se ponen aún mejor con el agresivo éxito Kickstart My Heart (la única que se acerca al metal en términos de velocidad) y la balada Without You. Ambas muestran un nivel alto de composición, con voces y guitarras de gran calidad que hacen predominar la melodía. Siguen con Same Ol' Situation, que pareciera un poco infantil pero que en todo caso cuenta con ese enganche ganador de los Mötley que recuerda Girls, Girls, Girls, coros que una una vez entran por tus oídos son imposibles de olvidar.
Sticky Sweet es una de mis favoritas. Además del irresistible groove, el riff principal, los punteos, las líneas de bajo y los coros me hacen sentir como el mejor invitado. Realmente están en un momentazo musical. Y de allí en adelante van rematando en los mismos términos, cantando sobre sus aclamadas travesuras en She Goes Down, y poniéndose clichesudos en la otra balada predilecta de las masas Don't Go Away Mad (Just Go Away), que en todo caso va subiendo el voltaje hasta convertirse en un alegre rock n roll. El remate es con Time For Change, que parece escrita por Paul McCartney para que Nikki, Tommy, Vince y Mick se entretengan tocando esto con los ojos cerrados.
Dr. Feelgood tiene temas bien construidos y excelente sonido. Supongo que con la experiencia adquirida hasta el momento, empleando todos los juguetes de grabación disponibles para finales de los 80, además de un talento respetable y una buena guía de su casa disquera, no es extraño que se hayan anotado este punto. Este disco ha logrado engancharme como ninguno otro de este estilo y tanto, que seguiré investigando otras bandas de su época con la expectativa de encontrar otro tan bueno como este.
Feliz aniversario!