Conocí Tool siendo adolescente en los años 90. Por mucho tiempo, además de deslumbrado con su nivel musical, también anduve obsesionado con su concepto que durante la era Ænima (1996-2000) lo percibía como oscuro y nihilista. Pero una vez superada la adolescencia llegó Lateralus y con él, dieron otro paso adelante musical y conceptualmente, acrecentando tanto su culto como su popularidad.
Más allá de volarme la cabeza cada que lo escucho (Danny Carey es mi baterista favorito de toda la vida), Lateralus terminó de revelarme la brujería que habían venido desarrollando. Bajo la túnica de humor negro del Ænima, sus ideas viajaron muy bien en un mercado donde lo rudo era la moneda corriente (el nu metal estaba en boga, por ejemplo), pero ya en el contexto del nuevo milenio donde finalizaría el reinado del rock y donde Internet cambiaría la producción y el consumo de música, éstas ideas reaparecen en este nuevo vehículo interestelar, para inspirar tu proceso individual a un nivel profundo que de hecho coincidió poco después con lo que sería mi filosofía de vida (y de Ana). Todo el álbum provoca esto pero el fundamento explícito es Parabol/Parabola, primera vez que una banda de rock me saca de lo intelectual, de lo político, de las emociones, para abordar lo espiritual en pleno:
This body, this body holding me
Be my reminder here that I am not alone in
This body, this body holding me
Feeling eternal, all this pain is an illusion
(Claro, con la música sonando el mensaje adquiere otro alcance). Atando cabos, muy bien hilados aquí en el arte del maestro Alex Grey, entendí que toda la numerología, la geometría, la matemática, que las nuevas referencias astronómicas y todo el denso contenido que los ha caracterizado siempre, era luz, una guía para acceder a cantidades de información valiosa que nos fue escondida y negada por siglos, y que ahora hace parte de nuestros procesos colectivos. Por ejemplo, hoy puedo afirmar que Lateralus hace vibrar los chakras más altos (a diferencia de la mayoría del rock y del metal), y es una afirmación que tiene sentido tanto en el universo Tool donde hay elementos hindús como fuera de él, porque es información cada vez más reconocida en occidente. Por cierto, que linda la tripleta final: Disposition, Reflection y Triad, donde se concentra la mayor parte de la influencia oriental del disco.
Si hasta ahora hay gente enterándose que Rage Against the Machine era una banda de izquierda, supongo que habrán muchas personas que no habrán prestado atención todavía al mensaje de Tool, y está bien pues así es la popularidad. A propósito, después de su estreno fui testigo de cómo Lateralus se abrió espacio entre todas las corrientes de metaleros que conozco, así como entre nuevas audiencias, entre ellas mujeres, que por estas tierras no vibran mucho con la música pesada. Entonces, para quienes le encontramos todo el sentido, ésto es un hito de culto, para quienes simplemente incluyen algunas de estas canciones en sus listas de reproducción, esto es un hito de popularidad.
Sin duda esto es un logro para lo alternativo, lo progresivo y lo psicodélico. Feliz aniversario!