The Colour And The Shape • Vigésimo Aniversario

Nunca he sido seguidor de los Foo Fighters y solo empecé a creerle a Dave Grohl como figura en la escena después de haber tocado las baterías para el Songs For The Deaf de Queens Of the Stone Age (si, muy incrédulo de mi parte...), pero si bien estuve equivocado entonces, excelente que haya sido la prueba del tiempo, superada sobradamente en este caso, la que me convenció de que The Colour and the Shape es un clásico. Aunque ya debieron haber leído suficiente al respecto en estas últimas semanas con ocasión de sus veinte años, quería hacerle el reconocimiento señalando algunas cosas sobre las que he caído en cuenta en estas dos décadas:

  1. A diferencia del debut homónimo, The Colour and the Shape muestra un trabajo consolidado, profesional, serio. Haber cedido la tarea de producción a Gil Norton (cuyo nombre inmediatamente me hace recordar los tres dizcasos de Pixies bajo el sello Elektra) muestra rápida madurez por parte de Grohl, pudiéndose enfocar en la nada despreciable tarea de interpretar guitarras, voz y batería.
  2. No es de mis favoritos pero Grohl es un buen compositor. Es de aquellos que puede quedarse solo con una guitarra en un escenario frente a miles de personas y entretenerlas con sus canciones por horas. En Bogotá fue así. Y solo este álbum es un respetable catálogo de sus composiciones, encabezado por los tres poderosos éxitos: Monkey Wrench, My Heroy Everlong. ¿Acaso el mejor tema del disco? ¿De los Foo Fighters? Inolvidable videoclip por Michel Gondry, por cierto. En fin, temas con excelente vejez.
  3. Pat Smear (ex The Germs) en guitarra y Nat Mendel (ex Sunny Day Real State) en bajo, los otros Foo's de la época (y que ahí siguen), tenían una buena experiencia en sonido underground que influye positivamente aquí y en las demás piezas de la discografía. Viendo los documentales de Sonic Highways hace un par de años, nadie puede negarle a Grohl su temprana admiración por la música popular de su país ni cómo aprovechó su fama para involucrarse activamente con ella. En ése momento pocos lo sabían, pero hoy día es de común conocimiento. Muy bien por que este álbum es una temprana muestra de ello.
  4. Finalmente pero no menos importante, fue aquí donde Foo Fighters dejó de recordarme a Nirvana, que fue uno de mis principales problemas con su antecesor. Con excepción del poderoso tema que cierra y da nombre al disco (que podría haber salido del Bleach), Foo Fighters es un mundo propio, con puntos y trucos comunes con el rock alternativo en general, pero con suficiente personalidad para haber llegado a donde llegó.

Otros buenos cortes en The Colour and the Shape son la tripleta Hey, Johnny Park!, My Poor Brain y Wind Up (que me recuerda a Lukin de Pearl Jam), Enough Space (gran bajo), y la "épica" New Way Home.

En fin... si supera la prueba del tiempo = un clásico.

Feliz aniversario!