Unknown Pleasures • Cuadragésimo Aniversario

Difícil agregar algo a las exhaustivas reseñas del Unknown Pleasures, una de las marcas más importantes en la historia del rock, pero bueno, fue precisamente ese renombre lo que me llevó a este álbum hace unos años cuando lo compré en plena expectativa de agotar por completo el descubrimiento del punk inglés. Lo que no sabía en ese momento es que paralela a esa explosión punk se derivaba una de las vertientes más prolíficas entre los subgéneros rock: el new wave.

Hace un par de días leí que tal vez sea una etiqueta que se queda corta para Joy Division, por su relevancia histórica y porque en vivo eran muchísimo más punk que en el álbum (en términos de voltaje), pero nos referimos al disco, entonces corta o no, y aunque la puerta a este mundo estuvo abierta prácticamente desde ese mismo 1977 (con álbumes como Talking Heads: 77, Pink Flag de Wire, o el debut de Suicide), para mi este si es el inicio del sonido característico de este estilo en cuestión desde el que nunca se ha dejado de hacer música.

Ese sonido apagado que cuando no estoy en el ánimo indicado me saca la piedra, pero que cuando estoy en el ánimo me inspira full, ese sonido lento de una batería que quiere alcanzar a un bajo que intenta dejarla atrás, esos tambores brillantes que a veces se confunden con sonidos electrónicos (con los que efectivamente construyen muchos ritmos), esos sintetizadores haciendo atmósferas que aunque a veces imperceptibles afectan fuertemente tus emociones. Siempre pasmado, siempre elevado y siempre profundo new wave que con frecuencia parece repetirse sin pena ni gloria hasta que alguien lo retoma desde un nuevo punto y construye algo increíble valiéndose de alguno de sus elementos (por ejemplo, Savages es una de mis bandas favoritas de la actualidad y vienen justo de este planeta que trato de describir...)

Curioso, ahora que hago el recuento, también coincido con que la etiqueta es muy pequeña porque aunque compartan tanto con otros artistas a lo largo del tiempo, Joydi (como le escuché llamarlos a un compañero del colegio) tenía mucho carácter, mucho carisma, mucha voz, y a su vez, Unknown Pleasures es de esos álbumes en los que coinciden varias fortalezas con las que podrían ser grandiosos en cualquier momento, pero además lo son por primera vez, creando un mito nuevo.

Mi relación con Unknown Pleasures le hace honor al álbum pues es como lo que imagino de la heroína: puedo decir que me encanta, pero me drena las fuerzas vitales, así que no puedo afirmarlo con mucha fuerza. Fiel a mi tradición agresiva, me inclino mucho por las que son agresivas como Interzone, Shadowplay o Disorder, pero en realidad este disco es más como I Remember Nothing, New Down Fades o mi favorita Insight. Si, en realidad me provoca emociones encontradas pero es un discazo.

Feliz (o triste) aniversario!