Cuatro años después de su grandioso debut, el estadounidense Robert Eggers da un certero segundo golpe con The Lighthouse, consolidándose de inmediato como director de culto, pues ya no queda duda sobre su maestría poniendo en escena todas esas ideas oscuras que se le ocurren, solo queda curiosidad sobre lo que hará a continuación (ya hay anunciados un par de proyectos).
Haciendo una inevitable comparación con The Witch, en esta oportunidad vuelve a crear un poderoso thriller de época con el mismo presupuesto, más psicológico que de terror y por eso, aquí el contenido es mucho más simbólico, permitiendo más interpretaciones y dificultando llegar a conclusiones. Vuelve a usar mitología (marina), pero no como elemento principal sino como parte del universo. Por su parte, es más contundente en términos de reparto (presupuesto bien invertido), así como en términos de imagen: tanto el formato (1.19 : 1) como el blanco y negro son espectaculares.
Entonces, para los interesados en cine que no es de mero entretenimiento, Eggers nos pone a sudar nuevamente aprovechando al máximo las habilidades de Dafoe y Pattinson (quienes llevan al hombro la mayoría de la responsabilidad), en esta narración mágica que recuerda referentes de teatro, pintura, literatura y por supuesto cine, siendo el de Hitchcock el que primero llega a mi cabeza, al menos en este primer round porque a esto hay que regresar al menos dos veces más.
