No todos los vaqueros son infernales

No se ustedes pero por mucho tiempo asocié Cowboy con varias ideas que no me gustan. Más o menos, el término se remonta a la disputa Inglesa y Española por América, y ha estado vigente desde entonces, en la independencia de los Estados Unidos, en la posterior guerra de ese país contra México, en la persecución de los nativos americanos, entre otros eventos históricos donde muchos vaqueros fueron "los malos", incluyendo los mandatos la familia Bush. Sin embargo, esta maldita cantina que está aquí arriba, donde por tantos años la regla general fue interactuar a punta de alcohol y puñetazos, ayudó a mantener la idea de que había algo chévere en esa tradición.

A medida que continuaba consumiendo cultura americana, como nos correspondió a todos los que crecimos bajo la influencia de los E.U. durante la guerra fría, llegué a reconocer que en Texas también pasaban cosas muy chéveres como los Butthole Surfers, maestros del libre pensamiento, o el festival South By Southwest, uno de los más importantes y variados del mundo, pero lo más chévere de Texas siempre fueron sus Cowboys From Hell.

Curioso, gran parte de lo que Pantera representaba era precisamente lo que no era chévere de los Cowboys, como esa maldita cantina, pero nos lo vendieron con dos activos infalibles: música y carisma. ¿Que más hay por decir sobre la música? ¿Que el sonido de la batería es el que todas las bandas de los 90 querían emular? ¿Que Dimebag fue uno de los mejores guitarristas del metal (sino el mejor)? ¿La adopción de la estética hardcore por Phil Anselmo? Todo se ha dicho y analizado, yo solo quiero agregar que una banda de metal con una sola guitarra capta toda mi atención. Fenómenos que me resultan fascinantes y ese.

Por cierto, para analizar el nivel musical que andaban manejando aquí, tal vez sirva echarle un oído a la versión que hizo Apocalyptica de Domination, seguro el sonido de esos chelos sirva para abordar esta musicalidad de una forma clásica. De nuevo, curioso que la identidad sónica de pesadez noventera la definieran Pantera y Rage Against The Machine, dos bandas que distan tanto en términos ideológicos.

Pero bueno, sobre el carisma fíjense ustedes que desde aquella maldita cantina en adelante, la historia de Pantera está narrada a través de sonrisas y diversión. Ningún argumento habla tan fuerte como el ejemplo y estos cuatro siempre fueron fieles a pasarla bien. Durante la década de su reinado, no hubo comentario fuera de lugar, actitud machista o escándalo que los detuviera. Lo que no lograban tocando, lo lograban divirtiéndose. No duró para siempre, claro, pero creo que para quienes somos fans (o fueron, si no pudieron separar al artista de la obra), siempre estaremos untados de la mierda que estos Cowboys patearon.

Muchas voces agudas a lo largo del álbum recuerdan que este fue el quinto intento de un proyecto que se había gestado en una escena heavy y glam que estaba próxima a ser sepultada por el grunge. Por ejemplo, ese duelo de guitarra y voz al final de Cemetary Gates es heavy nivel Page & Plant. Pero además de buena lección de adaptación, Cowboys From Hell también es una lección de influencia, pues define gran parte de lo que pasaría en los siguientes diez años, ayudados por su compañero Terry Date, quien tras haber producido éste, su primer gran álbum, luego replicó esa experiencia en discos memorables de Deftones, White Zombie o Slipknot.

Pero tal vez, la principal lección de Cowboys From Hell es que no todo es blanco y negro, en Texas hay muchas cosas chéveres, y no todos los cowboys son infernales.

Feliz aniversario!

Alimento para el pensamiento, este meme que vi hace poco en defensa del campesino norteamericano: