Lecciones de hardcore con Rancid (2000)

Jolly Roger es el nombre tradicional inglés para las banderas izadas que identifican un barco pirata listo para atacar, durante el temprano Siglo XVIII. Que hayan escogido esta portada es muy significativo por aquello del ataque. Podría serlo también por lo de la piratería, pues la crítica siempre empieza restregándoles su devoción a la fórmula Clashiana de mezclar raggae con rock antes de calificar sus trabajos, que por cierto nunca había estado tan marcado como en la entrega anterior Life Won't Wait (1998), pero justo aquí, en el Rancid del año 2000, se enfocan solo en una de sus principales influencias y en la más norteamericana: el hardcore. Entonces será solo sobre el ataque.

Esto se presenta en veintidós cortes de menos de dos minutos de duración en promedio, pequeñas dosis letales como fueron fundadas, entre otras, por Bad Brains, Black Flag y Minor Threat en la transición de los 70 a los 80. Entre los 22, adoro Axiom, perfecto ejemplo de ataque, pero con unas guitarras chillando y un solo de bajo que los eleva por encima de toneladas de hardcore poco musical que se ha hecho en la historia. No recuerdo otro álbum en el que el bajista Matt Freeman brille tanto en su instrumento.

Las voces, más crudas que nunca, le dan una actitud peligrosa al álbum, el sentido que siempre ha estado detrás de esta marca. En Corruption, llegan a turnarse las voces Tim, Lars y Matt de la manera mas ruda posible, en un lujo que solo grandes bandas pueden darse, como los Beatles o Sonic Youth, solo que en una misma canción. (Oigan a Matt cantar en Black Derby Jacket con esa voz de tarro, que hermosura).

Al ser tan hardcore el álbum, el protagonismo de Lars Frederiksen se acentúa. Oído al bajo a lo largo de la canción y en los pequeños adornos que se incluyen con la guitarra. Wow.

Es un placer escuchar como logran ser tan musicales en tan poco tiempo ¿Qué tal It's Quite Alright?. Todavía los acompañaba el baterista zurdo Brett Reed, cuya contundencia es obviamente puesta a prueba. Hay momentos hermosos como Let Me Go, donde Tim llega a acercarse al rap (medio costa este, medio dancehall) o Radio Havana, un respiro punk rock en un mar de velocidad. También, mantienen la conexión con África, pero no en la música sino en las letras, puntualmente, en Black Hawk Down, una especie de secuela de la legendaria canción War de Bob Marley, y en "Rwanda, (Won't you to be strong... like a lion)".

Aunque para el año 2000 lo que estaba en boga era el post-hardcore, con At the Drive-In a punto de sacarla del estadio con su Relationship Of Command, mientras la mayoría de proyectos rock del Siglo XX se encontraban adaptándose a las nuevas formas, Rancid echa hacia atrás con este homenaje a la vieja escuela, reiterando que se van a quedar anclados en el pasado, pero con una maestría que vuelven a darle sentido a toda la escena de Epitaph Records y del skate punk (esto no fue lanzado por Epitaph pero si fue producido por Mr. Brett Gurewitz). Después de este, creo que el momento más relevante para esta camada de bandas fue el American Idiot de Green Day, después del cual todos regresaron al underground o en algunos casos, al olvido.

Con este disco, Rancid se ganó un respeto que hasta ese momento solo le tenía a Pennywise y a Bad Religion, convirtiéndose en mi álbum favorito de ellos y en un documento obligatorio entre las lecciones de hardcore que existen.

Feliz aniversario!