Jealous Again · Cuadragésimo Aniversario

Recordando nuevamente que el punk nació en Estados Unidos alrededor de 1969, durante los años 70 hubo una disputa muy divertida con los británicos sobre quien exponía mejor el estilo, que de alguna forma quedó narrada en las canciones New York de los Sex Pistols (1977) y London Boys de Johnny Thunders (1978). En medios y ventas, el pulso lo ganaron los británicos con la impecable racha discográfica que se dieron en 1977, creando una sólida base de bandas masivas, como lo dicta su tradición popular, pero inmediatamente el punk volvió a su cuna.

Para cuando The Clash estrenó London Calling en 1979, el precario estilo de vida que llevaban en los barrios pobres de Norteamérica ya ponía a prueba el término punk. Por su parte, mientras la mayoría de bandas británicas de esa tendencia evolucionaron hacia el new wave, impulsados por su nata musicalidad, en Estados Unidos la mayoría terminó enfocada en el asalto sónico y en la explosividad, creando uno de los focos de patanería creativa más fascinantes del Siglo XX: el hardcore punk.

Aunque digan que el estilo rápido y característico del hardcore lo pudo haber inventado la banda inglesa Discharge, lo cierto es que la escena es americana, cuyos focos en Los Ángeles, Washington y Nueva York cambiaron la historia del rock desde el underground. Ojo, bandas musicales como los Ramones entraron a circuitos más sofisticados y alcanzaron un reconocimiento comercial importante, mientras que los héroes del underground americano, entre ellos todos los de la escena hardcore, empezaron a gozar de reconocimiento hasta entrados los años 90 cuando todo eso se puso de moda, reconocimiento que continúa surgiendo hasta el día de hoy, en artículos como éste.

El caso es que por muchas razones, la marca más importante del hardcore es Black Flag, por empezar una de las comunas culturales más exitosas aun sin generar ganancias, por popularizar la gira autogestionada en van a través de los Estados Unidos, por conectar las escenas en las diferentes ciudades a través de los himnos punk del momento y del pogo, entre muchas otras que incluyen haber tenido una bajista mujer varios años. Claro, el afamado logo de las cuatro barras negras, diseñado de manera magistral junto a la mayoría de portadas, por Raymond Pettibon, también vendía anarquía real, desorden y peleas campales contra la policía en cualquier momento. A Black Flag se le puede llamar 'La Legendaria Banda de Hermosa Beach, California', sin temor a usar el adjetivo legendaria a la ligera.

Black Flag mutó considerablemente a través de los años, lo que los hace aun más interesantes para mi, pero sin duda la crítica coincide en que su mejor momento fueron sus inicios, donde exponían la magia que influenció a tantos jóvenes a 'meterse de cabeza' en este mundo, dejándonos muchos momentos gloriosos registrados en letras, audio y videos (como ese video que no hace mucho estrenó NoFX y que por aquí compartimos). Aunque ya habían debutado en 1979 con el magnífico Ep Nervous Breakdown, famoso por incluir la voz de Keith Morris, uno de los padres de la escena y que continuó activo, principalmente con los Circle Jerks, en 1980 repiten con el Ep Jealous Again, otro favorito de los seguidores, con la voz a cargo del joven puertorriqueño Ron "Chavo Pederast" Reyes, quien ayudó a establecer lo que hace un frontman en una banda de rock. Claro, lo acompañaban nada ni nada menos que: el caleño Julio Roberto "Robo" Valverde Valencia en batería; Chuck Dukowski, uno de los consentidos de la escena en el bajo; y Greg Ginn, fundador de la banda y del importante sello independiente STT Records, en guitarra.

Como pudieron haber visto, el hardcore se caracteriza por decir lo que tienen que decir en pocos minutos, así que disfrútense estos implacables seis y medio que conforman el Jealous Again, en los que capturaron con gran éxito aquel poder crudo y esa memorable energía en cada uno de los 4 instrumentos, iniciando de paso otra gran racha discográfica, de ese estilo, en ese año (pronto vienen más...).

Feliz aniversario!