No ha sido fácil ser Album Of The Year. Desde el principio, las altas expectativas generadas por los logros de mis hermanos mayores, particularmente Angel Dust, distorsionaron la percepción general sobre mi calidad. La crítica llegó a señalar que Faith No More había perdido relevancia y en esa pequeña tormenta mediática hasta algunos de mis creadores manifestaron insatisfacción general conmigo. Que fui una de las razones por las cuales la leyenda del funk metal se detenía indefinidamente. Vergonzoso.
Aunque siempre hubo quienes reconocieron mi nivel, que a la fecha no son pocos, el daño ya estaba hecho. Siempre esperando de mi cualidades que tengo de sobra. Absurdo. La fuerza de Collision, de Got That Feeling. Un trip-hop metal: Stripsearch. (Te reto a encontrar una joya así). La diversión rítmica de Mouth To Mouth. La exquisitez que es Ashes To Ashes. El atractivo pop de She Loves Me Not. El cierre medio drone con Pristina. Y sobre todo, la canción de Faith No More favorita de rickiwarrior: Last Cup Of Sorrow.
A lo bien, soy tremendo álbum.
¡Feliz aniversario!