King Of Bongo [el aporte latino a 1991]

El fin de semana pasado andaba vagando en redes antes de dormir y encontré una publicación de la cuenta oficial de Mano Negra en Facebook celebrando los treinta años del King Of Bongo. Gran hallazgo pues andaba en el dilema de escribir sobre el trigésimo aniversario del Arise de Sepultura o del Mama Said de Lenny Kravitz, discos que me encantan pero cuyo vínculo conmigo palidece al lado de cada pieza en la discografía de Mano Negra. De hecho, una de mis misiones en la vida es tratar de identificar y describir de dónde proviene toda la admiración que le tengo a esta orquesta, así que aprovecho esta oportunidad para continuar intentándolo.

Ahora que reviso los pocos videos en vivo disponibles de la Mano Negra en la época -su época-, resalta de inmediato la forma en que Manu Chao y compañía concebían el formato de concierto para una experiencia explosiva continua -a-lo-soundsystem-, muy distinta a los collages sonoros que integran sus álbumes. Lo que registraban en estudio tenía un propósito distinto a lo que ensamblaban en los escenarios, por eso allí yace gran parte del concepto, de las referencias e influencias, y en general de su diversidad. Por esto, hablar de esos álbumes es particularmente satisfactorio.

De hecho y antes de entrar materia, recordemos que en esta discografía no hay canciones ni álbumes que se parezcan, veamos. Mientras en Patchanka (1988) domina el new wave (fundado en ese redoblante), y en el Puta's Fever (1989) hay un sonido predominante de sabor mediterráneo, en King Of Bongo adoptan la forma del rock alternativo (incluso del hardcore) dando prelación por primera vez al inglés en las letras, en un intento por coincidir con el reinante espíritu del momento. Independiente de los logros comerciales -tal vez tímidos ante tanto despliegue de calidad-, el resultado es al menos espectacular desde mi punto de vista y en todo caso, reconocido cada vez más por la crítica conforme pasan los años.

(Muy gitano, no? Estos rostros nos llevan a varios y a ningún lugar. Una mezcla irrepetible de saberes y sabores que explican tanta grandeza)

Entrando ya en la obra, además del concepto Mano Negra, esa presunta organización anarquista secreta que acechaba la penísnsula ibérica decimonónica, el concepto King Of Bongo recuerda la triste llegada de inmigrantes a América -seguramente africanos-, para encontrarse incomprendidos fuera de su tierra, incluso perseguidos. Como mencioné, esto se narra en esta música llena variedad folclórica pero en empaque de rock alternativo, pero también en la letra, tal vez una de las mejores de Manu Chao:

I went to the big town Where there is a lot of sound
From the jungle to the city Looking for a bigger crown
So I play my Boogie For the people of big city
But they don't go crazy When I'm banging all my boogie

En cuanto a referencias e influencias se refiere, menciono un par para no extenderme mucho, empezando con El Jako, la única canción en español del disco, fundada en un personaje de la película Los Olvidados (Buñuel, 1950), de la cual usan un sample al inicio del ese tema. Me encanta porque es una referencia muy europea -siendo Buñuel español-, pero también latinoamericana -siendo la película mexicana-, que además anuncia la profunda conexión que la Mano Negra tendría con Latinoamérica, que de hecho inicia después del estreno de este álbum en París, cuando la orquesta arranca en barco hacia una gira mundial que incluyó a toda Suramérica en el recorrido, lo que a su vez dio lugar a acontecimientos memorables como El Expreso del Hielo y cómo no, el maravilloso Casa Babylon de 1994.

Como segunda influencia que destaco, está la música francesa, la cual resulta lógica pues Francia era su domicilio, pero en todo caso no deja de ser extraña pues por más latinos que seamos, no es una música que frecuentemos. Le Bruit Du Frigo, el cuarto corte, fue una canción que siempre me costó trabajo, incluso llegué a saltármela durante la reproducción del disco, pero que con los años fue ganando mi cariño conforme mi mente se abría y aprendía sobre nuevas tendencias que entre otras incluyen el noise, pues además de sugerirse en el título de la canción -El ruido de la nevera-, noise es lo que hay en la segunda mitad de esa canción. Tremenda. Muy literaria si traduces la letra. Música francesa también manejan en el décimo corte, Mme Oscar, que supuestamente se refiere a la usual invitada vocal que tenían en sus discos, llamada Anouk, y en el cierre con Paris La Nuit.

Para ir cerrando influencias, también tenemos el hardcore, explícito en el quinto corte Letter To The Censors. Si uno ve alguno de sus conciertos, notará que no están lejos del hardcore, pero en sus discos ésta es la única vez que lo estilan. Dicho sea de paso, en la mencionada gira por Suramérica, en Brasil, 1992, Mano Negra compartió tarima con don Jello Biafra, para probar que -como si no fuera suficiente todo lo dicho-, siempre fueron punk. El rock alternativo por su parte, lo encuentran en estado puro en temazos como Mad Man's Dead y en Welcome In Occident, que es una lujosa crítica al capitalismo.

Ahora, la diversidad se las dejo a ustedes. Solo falta iniciar el disco y encontrarse con Bring The Fire, que te lleva a una especie de discoteca maldita donde no sabes si estás escuchando funk, dancehall o afrobeat. Ni hablar de la balada inmortal Out Of Time Man -uno de sus temas más populares-, la curiosidad sónica que es Furious Fiesta, las guitarras en Don't Want You No More, o la canción perfecta que es It's My Heart. Por cierto, todo esto lo logran ellos mismos desde un estudio en París, es decir que no contrataron los servicios de ningún productor especializado para el efecto.

Así las cosas, tratándose de un álbum que aprovecha las posibilidades del formato al nivel de los Beatles o de Pink Floyd en Abbey Road, que además relata lo latino con tanta riqueza, es sencillamente descabellado dedicarle tantos comentarios a 1991 sin detenernos en King Of Bongo, un disco que sin duda está a la altura de todas las maravillas que se estrenaron ese año aunque no haya compartido los créditos. De nuevo, lo iba pasando por alto si no es porque me lo topo en redes, pero me voy tranquilo con este intento por explicar esta admiración, que tal vez no sea efectiva ni suficiente, pero la conclusión es que solo hay un rock que puede conectarme con el espíritu gitano, africano y latino, y es el que está en King Of Bongo.

Joyeux anniversaire!