Que mejor excusa para ver terror que octubre, sobre todo con la respetable oferta que hay en las plataformas de streaming. Tal es el caso de HBOmax, donde tenía en remojo Friday the 13th (1980), obra que todos los seguidores del género debemos conocer, pues es uno de los ejemplos perfectos de películas creadas con bajo presupuesto, que superaron todas las expectativas en impacto a la audiencia, en difusión y taquilla, y generaron un fenómeno cultural y una franquicia longeva y productiva.
Dirigida por el estadounidense Sean Cunningham, cuya principal experiencia en la materia provenía de haber producido la magnífica The Last House On the Left del maestro Wes Craven en 1972, terminó siendo su entrega más aplaudida (tal vez la única), pues es un gran logro por diferentes razones. Aprovechando sabiamente el apogeo del slasher film y explotando el atractivo de la sexualidad de jóvenes en la pantalla, Friday the 13th ayuda a fortalecer los clichés del cine de terror con un gran trabajo en equipo.
El principal atributo de dirección es el uso de la cámara subjetiva para representar al asesino, cuya identidad no se revela sino hasta el final, creando suspenso con mucha efectividad. Luego están los efectos especiales del maestro Tom Savini, quien se destaca por la verosimilitud de las sangrientas muertes, como la del joven Jack (interpretado por Kevin Bacon). Por su parte, hay un intenso trabajo en música e iluminación, con el que consolidan los sustos y la desesperación que se apoderan desde el inicio del Camp Crystal Lake, el lugar maldito donde todo acontece. Por último, rescato la tragedia familiar en que se basa la historia, elemento que comparten muchas exponentes del género y que en este caso sirve para desarrollar las secuelas.
Así pues, si se van a quedar en casa este fin de semana, bien puedan revisar o repetir este clásico que garantiza entretenimiento vieja guardia.