(Para evitar confusiones con la banda de Tom Petty, luego tuvieron que añadir 'Johnny Thunders and the...' al 'Heartbreakers')
Me encanta imaginarme el cochino Nueva York de 1977 y a los tempranos héroes del punk saliendo del C.B.G.B's o de cualquier otro bar de mala muerte a fumarse un cigarrillo después de haber presentado un memorable 'toque' de rock ante veinte personas. Particularmente a los ex-The New York Dolls: Johnny Thunders (guitarra líder) y Jerry Nolan (batería) con su nueva bandota Los Rompecorazones. Su debut, Like A Mother Fucker, es uno de mis momentos favoritos del siglo veinte en términos discográficos ya que, por una parte es un ejemplo sónico perfecto de punk rock clásico (la apertura con el himno Born To Lose, o el cierre con la versión del hit sesentero Do You Love Me, por ejemplo), mientras por otro es la excusa, junto a los primeros trabajos de los Ramones, para haber ido a representar al punk americano en una Inglaterra fuera de control en ese año.
Claro, la personalidad de Johnny Thunders (nacido John Anthony Genzale Jr.) tiene todo que ver, asumiendo el rol de frontman que en los New York Dolls le disputaba a su compañero David Johansen desde su explosivo oficio como guitarrista líder, y sugiriendo el emocional camino que empezaría allí como cantautor decadente y que terminaría en los tempranos 90 en un hotel de Nueva Orleans después de abusar por años de la heroína y el alcohol. Chinese Rocks, uno de los temas insignia del L.A.M.F., narra la cotidianidad de la época y menciona a uno de sus apreciados colegas -más por lo callejero que por lo músico- Dee Dee Ramone, con quien compartían en las calles de su icónica ciudad sin mucho más que algunos dólares para sobrevivir al día.
Entre todos los movidos cortes que componen este álbum y sus punteos en guitarra que me encantan (Baby Talk, All By Myself, I Wanna Be Loved, Goin' Steady) hay un par de composiciones sentidas que le dan el genuino sabor rock n' roll del punk clásico (It's Not Enough, I Love You, Can't Keep My Eyes On You) que se ha mantenido como una de mis referencias más fuertes a través de los años. Como se imaginarán, solo requieren media hora para dejarse convencer de uno de los reyes de este legendario estilo. Descansa en paz mi punkero amigo y gracias por L.A.M.F.!
Feliz aniversario!