Del genio de la ciencia ficción David Cronemberg aprendí, especialmente a partir de The Brood (1979) y hasta Dead Ringers (1988), que una película excelente se hace contando una buena historia en dosis de planos/escenas que hagan de cada una de ellas algo especial narrativamente. (Que un elevado presupuesto no es requisito, ni tampoco un famoso reparto, aunque aguanta, todos lo sabemos).
Considerando que el fundamento de la historia y del concepto Blade Runner está en la novela de 1968 y en la adaptación cinematográfica de 1982, esta nueva derivación detectivesca sobre el milagro de la reproducción de androides entre ellos no me trasnocha, pero sí es suficiente para haber puesto en marcha esta gran empresa. De lo que adolece nuestra esperada 2049 es de la dosis de planos/escenas indicada, es decir, de haber contado en 120 minutos lo que contaron en 163. Como ya lo señalan en varias críticas, se trata de una película innecesariamente larga cuya duración juega en su contra, no sólo por los espectadores casuales quienes continuarán abandonando la sala de cine por la falta de acción, sino porque para quienes disfrutamos de su puesta en escena, en esos cuarenta y tres minutos que calculo sobran lo que estamos admirando son hermosas visuales futuristas acompañadas por la apoteósica música de Hans Zimmer, que por cierto es tremenda, pero cuyas constantes exageraciones te hacen extrañar a Vangelis.
Sin lugar a dudas un arte y una fotografía tan hermosas como éstas no se consiguen todo el tiempo, pero se me ocurre algo similar a lo que experimenté con Mad Max: Fury Road, una obra que se llevó mil premios en las categorías de la forma. En las de fondo si nominaría a Villeneuve por su estilizada y exquisita dirección que se reconoce permanentemente y que logra el primordial objetivo de haber mantenido la franquicia en el lado del arte, respetando el universo que ha sido objeto de culto por 35 años y no habiéndolo dejado caer en los ridículos estándares del cine de entretenimiento masivo.
2049 efectivamente está entre lo mejor de un 2017 que, al igual que 2016, no se ha destacado por la cantidad de películas buenas. Sin embargo, en este momento no la siento tan buena como The Handmaiden, mi favorita de 2017 siendo re-larga.