Mi impresión con los Sex Pistols es que su sensacional bulla mediática siempre ha opacado su corto catálogo musical, aspecto realmente determinante por que ninguna de sus divertidas estrategias para sacar de quicio a todo el reino habrían tenido sentido si Nevermind the Bollocks... no fuera el tremendo disco de rock que es. También, la pereza de los medios y de las audiencias (al menos en mi época) también opacan el asunto cuando se limitaron a entender a los Pistols a través de Anarchy In the U.K. y God Save the Queen cuando todos los cortes del álbum son impecables.
Pero bueno, este disco compila esa primera y valiosa etapa de la banda cuando la cosa era musicalmente valiosa y no un espectáculo sensacionalista. Aunque todos se movían con destreza en sus instrumentos, salvo Sid Vicious quien aportó más decadencia que musicalidad, el principal reconocimiento corresponde al capo Steve Jones, quien desde la guitarra imprimía la fuerza punkera a los rock n' rolles que fundamentan esta propuesta. Paul Cook es pura solidez en batería y sin ser muy dinámico, Johnny Rotten tiene voz precisa para el propósito: alta y agresiva.
Y como sabrán, pocos salieron bien librados de estas letras. Entre esos doce dardos que lo componen me encantan Holidays in the Sun, la intensa Problems, el himno definitivo de la burocracia Pretty Vacant y la memorable puteada a su disquera (la misma de los Beatles y Pink Floyd) en E.M.I.
Efectivamente fue el combo completo lo que lo hizo uno de los capítulos más importantes en la historia del rock, pero habiéndose contado esta misma historia por cuarenta años quería enfatizar en que si bien se robaron el show enfrentándose al estricto sistema, su gracia fue su contundencia musical, aquella que les hizo espacio en el respetado club del punk inglés.
Feliz aniversario!
La dramática diferencia entre bajistas... (Anarchy fue el único video que encontré con Glen Matlock en vivo)