Por: Dick Johnson
Pensar que han pasado diez años desde este álbum genera cierto guayabo en la medida que pareciera que el género estuviera en extinción, inclusive Massive Attack. Los fanáticos queremos más, mucho más contenido musical, porque sin ánimo de sonar fundamentalista, es difícil encontrar puntos oscuros en su discografía. En general para 2020, una propuesta con álbumes tan completos y desafiantes como estos continúa deslumbrando. Si el antecesor 100th Window (2003) es su aventura más electrónica (y que sensacional viaje que es), para 2010 presentan su obra más orgánica y diversa, que quizás honra todo su pasado musical y el género que impulsaron. Los invitados a colaborar, que siempre fue una de sus grandes ventajas con personajes de la talla de Sinead O'Connor, Madonna y Bjork, en esta oportunidad hacen una configuración exquisita que permite que el disco sea una experiencia sonora diferente pero cohesiva. Heligoland cuenta con los fundamentales Horace Andy y Robert del Naja, y suman la versatilidad que traen Martina Topley-Bird, Tunde Adebimpe (TV on the Radio), Damon Albarn (Blur) y Hope Sandoval (Mazzy Star).
Desde Pray for Rain, si bien no se predice el tono del disco es posible identificar porque son del otro mundo: destacada percusión, conjunción y construcción musical, la grabación de cada instrumento (bajos y teclados). Es un recuerdo de la importancia del Blue Lines (1991) en la escena de los noventa, pues se sienten completos detrás de la grabación, transmitiendo con sus sutiles crescendos momentos épicos. Sigue Babel, otra de las claves del disco... Es muy difícil no EMPEZAR este álbum, yendo directamente a alguna canción, cuando empieza tan bien. Luego, se mantiene interesante desde el viaje downtempo de Horace Andy en Splitting the Atom hacia el denso electrónico de la pegajosa Girl I Love You, su funkera línea de bajo y sus dramáticos cobres, casi Wagnerianos...
Mayores contrastes llegan con las "friteras" Psyche y Flat of the Blade, un episodio con dosis mínima de bajos que sugiere que algo falta, como una especie de desnudez. Un reto sonoro en el corazón del disco para regresar a la exquisitez del ataque masivo. Desde Paradise Circus hasta Atlas Air (cortes 7, 8, 9 y 10), hay perfección, entre lo más tranquilo del catálogo de la banda pero también entre lo que ideas y emociones transmite.
Paradise Circus (sé que Ricky me acompaña en esto), es una de las mejores canciones del trip-hop y en general, del siglo XXI. Definitivamente, cuando los ingleses invitan a Hope Sandoval a cantar es porque se traen algo grandioso (estoy pensando en Asleep From Day junto a The Chemical Brothers...). Es la razón por la que los seguidores de esta banda, queremos más que los Ep de The Spoils y Ritual Spirit (2016), porque una banda que viaja desde el ritual orgánico de Adebimpe en Pray For Rain, hasta el ritual electrónico de Del Naja en Atlas Air, pasando por Paradise, es majestuosa.
Podrá estar viejo pero el trip-hop está lejos de estar muerto, al contrario, hay espacio para más. Ahora UNKLE pareciera estar en su mejor momento con la dupla del camino (The Road I and II), Morcheeba viene de sacarla del estadio en el 2018 con Blaze Away y pareciera que Zero 7 está mostrando la cara de un nuevo trabajo con este increíble lanzamiento del 2019: Swimmers; Archive también quedó registrado en este blog durante 2019 con un temazo... en fin. Sin duda para quienes les gusta este estilo, multifacético al compartir un romance entre el soul, funk y el jazz, además de su relación con el ambient, el dub y el hip hop, Massive Attack es quintaesencia del género, contando con el respeto y la masificación suficiente, que inclusive le permitió llegar a Colombia en noviembre de 2010 a promocionar Heligoland (magnífico concierto).
Quizás Heligoland, como ningún otro álbum de Massive Attack, reúne todos los elementos musicales que hicieron grande al renombrado sonido de Bristol, pero con suficientes sorpresas para reclamar vigencia años después de su época dorada. Además de celebrar todas las bondades características de su escena, mantiene la magia viva. (Es tan bueno que mi hijo recién nacido se lo acaba de aguantar en su gran mayoría mientras escribía estos párrafos).
Feliz aniversario Heligoland! Seguimos a la espera de otros hermanitos!
En este concierto en Alemania https://www.youtube.com/watch?v=TqYA7uJUbqE, está el setlist completo de aquel fenomenal concierto en Bogotá. La experiencia fue tan buena como el ingeniero de sonido, que no entiendo todavía como logró que la banda sonara perfecto en el antiguo Coliseo el Campín.