Era 1990 y las cosas raras del undeground estaban a punto de ponerse de moda. Ya seguiremos viendo por qué. Fishbone, Red Hot Chili Peppers y Faith No More llevaban varios años dándole al funk metal, así que no se trataba de una novedad propiamente, pero supongo que nadie imaginó que a ese circo de artistas divertidos y virtuosos podría unirse una banda aún más carismática y talentosa, pero así fue.
Recordemos que a diferencia de sus compañeros de escena, Primus es un trío y que a diferencia de la mayoría de estilos alternativos, en el funk metal el rol de la guitarra es diferente. Primero, no es una constante sino que agrega notas y acordes en diferentes dosis para volver a silencios frecuentes, lo que se aprecia muy bien en el disco. Cuando es constante, la guitarra pareciera originar un sonido profundo de relleno, como un teclado (ni rítmica ni líder), lo que se aprecia muy bien vivo. Esto requiere una solidez especial del bajo y la batería pues es la base que nunca se detiene. Desde el arpegio inicial de bajo en To Defy the Laws of Tradition se anuncia esta dinámica y la contundencia de Les Claypool para manejar las cuatro cuerdas. Ahora, lo que diferencia a Frizzle Fry de los demás álbumes de Primus es que es el más metalero. Esto lo noto en la guitarra y en la batería, que suenan muy influenciadas por el metal que entonces completaba una década de consolidación mundial. Claro, Primus siempre ha tenido ese elemento presente, pero tras 30 años activos mi conclusión es que las influencias que finalmente se privilegiaron son las progresivas (Pink Floyd, Rush). Esto, sin negar la estrecha relación entre el metal y lo progresivo, claro. Pero bueno, por poner un ejemplo clarísimo: no encontrarán un álbum de Primus que emplee mas doble bombo que Frizzle Fry (de hecho creo que es el único en el que hay doble bombo... ¿me equivoco?) Por cierto, Too Many Puppies y The Toys Go Winding Down son re-heavy...
La otra cosa que se anuncia en To Defy the Law Of Tradition (vaya temazo)... es la particular cuentería de Claypool. Abordando los temas más mundanos (casi ridículos) a partir del humor, él siempre ha ofrecido ese valor agregado al combo y es un valor siempre presente que hemos podido corroborar quienes los hemos visto en concierto. En esa canción en particular la crítica social es muy explícita, lo cual es raro en Primus, pues en Frizzle Fry nos traen el catálogo usual de historias bizarras: 'el día de la marmota', 'don sabelotodo', 'demasiados cachorros', 'el momento del budín', etc. De hecho, aquí empiezan Las Crónicas del Pescador con John The Fisherman, la primera de cuatro entregas en diferentes álbumes sobre la tradición pescadora de los Claypool. Y claro, la curiosa narración sobre un hijo que enfrenta a su realidad declarando haber encontrado su verdadera vocación en la pesca, no sería nada sin el poder sónico de Primus. Ese riff de bajo es tan poderoso que me recuerda esas movidas olas de mar que no te dejan salir del agua...
Hay otros dos platos fuertes aquí: Harold Of the Rocks, una historia rarísima sobre un tipo al que invitan a una fiesta casera aunque nadie sabe porqué lo hicieron, con un interludio rock finísimo en el que Larry LaLonde aporta un punteo clásico, abandonando por un momento el usual enfoque experimental en la guitarra. El segundo es mi favorito y es el tema que da nombre al álbum. Una de las letras más psicodélicas y mejor narradas de Primus, Frizzle Fry va creciendo con paciencia hasta un momento metal que creo no se repitió hasta Eclectic Electric (1999). Cada frase loca y cada chiste se sirven sobre este ensamble de poder que se construyó con el ímpetu de la juventud, pero con unos cerebros muy musicales.
I don't believe in charity
I don't believe in sin
And if you don't believe in me
We'll play this tune over again
I don't believe in pinochle
And I don't believe I'll try
I do believe in Cap'n Crunch
For I am the Frizzle Fry
En fin, la llegada de los 90 es con este grandioso debut que muestra la primera dosis en estudio de lo que sería uno de mis proyectos favoritos de toda la vida. Hasta el día de hoy Primus y Frizzle Fry continúan haciéndome sonreír. No me cansaré de celebrarlos. Antes de despedirme, amo Spegetti Western y ese riff de batería. Feliz aniversario!
Atención al golpe de china (platillo) sincopado en los versos de Frizzle Fry.... ahhhh.
Aquí empiezan con una versión de The Spirit of Radio de Rush, primer tema del álbum Permanent Waves (1980)...
Y aquí ya más adentrados en los 90...