Entre otras razones, 2021 fue extraño para mí pues tuve un cambio de rutina drástico respecto a los años anteriores. Por varias semanas en el segundo semestre estuve en la calle, fuera de casa, fuera de mi ciudad, tiempo que no pude dedicarle a la música y por esto, me costó revisar nuevo material y encariñarme con el que sí pude revisar. En todo caso, según Spotify, la aplicación a través de la que accedo a música nueva, entre enero y noviembre escuché 41.793 minutos, de donde sale esta lista.
Como podrá corroborar quien esté actualizado, 2021 estuvo cargado de buenas novedades. Pude escuchar material de calidad con el que me llevé muy bien, como el Happier Than Ever de Billie Eilish, el God Is Partying de Andrew W.K., el Celestial Blues de King Woman, el Dark Matters de The Stranglers, el Sweep It Into Space de Dinosaur Jr., el As The Love Continues de Mogwai (y el temazo Ceiling Granny), el Born Stupid de Paul Leary, el Welfare Jazz de los Viagra Boys, el Wild Type Droid de Failure, el Chart For The Solution de Writhing Squares, el Chemtrails Over the Country Club de Lana del Rey, entre otros.
Antes de continuar, anoto que no encontré un disco favorito en español aunque lo intenté. Por segundo año consecutivo, Margarita Siempre Viva es mi banda colombiana favorita. En 2020 amé Letanías del Jardín y en 2021 pasó lo mismo con El Paraíso de las Puertas, un Ep que me gustó igual pero que no verán en este listado pues no incluyo trabajos de corta duración. El video de Sol de Agua y la canción Analogía de una Laguna fueron excelentes momentos de este año. No obstante, puedo decir que revisé el 2020 (Cómo dejé de Preocuparme y Aprendí a Amar el Caos) de Nanook El Último Equimal, el Infame Golpazo en Keroxen de Los Pirañas, el Islandview de Fiorella, el Tropiplop de Aterciopelados (excelentes letras), el Templo Komodo de Briella Ojeda, el Fiebre de Yo No La Tengo, el Tienda de Discos de Nerds, y el Ecos del Frío de Pablo Naranjo. Buen material de estas tierras.
Quedo triste conmigo mismo por no haberme encontrado álbumes liderados por mujeres, ni álbumes de rap/hip-hop ni de electrónica que me gustaran este año. Por último, quiero hacer la usual inclusión tardía a la anterior lista compartida de lo mejor de 2020, sumando el Existencial Reckoning de Puscifer y el ALPHABETLAND de X (que solo vine a escucharlos hasta 2021). Muy recomendados. Así pues, pasemos a la lista, en orden de importancia:
- Big Mess (Danny Elfman)
Tras décadas musicalizando películas, Danny regresa al mundo de los discos a recordarnos que siempre ha sido una estrella del rock. El tipo inició 2021 con una ambiciosa campaña de videoclips que rápidamente mostraron estar por encima del promedio. Para lograr estos 72 minutos de material que conforma Big Mess, tomó ideas recientes y otras que se le habían quedado en el tintero a través de los años, y armó equipo con Josh Freese y Warren Fitzgerald (Vandals), Stu Brooks (Dub Trio) y la guitarrista Nili Brosh, entre otros músicos brillantes quienes le ayudaron a hacer real estos oscuros episodios sonoros que pasan por lo industrial, lo electrónico, lo rockero, y por supuesto, por lo orquestal. Que bueno tener acceso a otra creación de esta mente brillante.
2. L.W. + Butterfly 3000 (King Gizzard & the Lizard Wizard)
Todo el año pensé en cuál de los dos discos lanzados por los King Gizzard & the Lizard Wizard sería el elegido, si el rockero L.W. o el cargado de sintetizadores Butterfly 3000. Al final me gustaron tanto ambos y todavía me impresiona tanto que estos prolíficos músicos se las arreglen para seguir incursionando en diferentes estilos y además para lanzar dos álbumes (o más) en un año, que decidí dejarlos a ambos en el mismo renglón. Aplausos de nuevo para estos australianos y los espero con ganas para su presentación en Colombia en 2022.
3. The Apple Drop (LIARS)
Muchas veces pensé que después de surgir con ímpetu en el nuevo milenio, LIARS eventualmente desaparecería sin pena ni gloria en la abultada oferta músical actual. En 2001 iniciaron con una excelente apuesta de rock alternativo y en vez de repetirse, han venido sorprendiéndonos con sus apuestas experimentales en cada entrega. En 2021 completan dos décadas en este oficio y el resultado de este año me pareció fantástico. En varios momentos, The Apple Drop me recuerda al The Fragile de Nine Inch Nails, un álbum retador, complejo, lleno de capas y patrones rítmicos interesantes. Cuerdas, teclados, efectos, todo un viaje que reafirmó mi admiración por este proyecto musical.
4. Delta Kream (The Black Keys)
Aunque me simpatizan, nunca he sido fanático de The Black Keys y aunque sé que tienen varios álbumes más relevantes que Delta Kream, fue uno de mis favoritos de 2021. Con estas canciones me tocaron la vena del blues con guitarra eléctrica, la cual siempre he tenido dispuesta pues desde pequeño me entrené con Hendrix y con The Doors, un gusto que aparentemente me acopañará toda la vida. Que delicia de disco.
5. The Lunar Injection Kool Aid Eclipse Conspiracy (Rob Zombie)
Siempre he seguido el trabajo de Rob Zombie y sus videoclips me hacen muy feliz, pero puedo decir con tranquilidad que desde el Astro-Creep 2000 de White Zombie, ningún álbum en donde el tipo haya cantado me ha gustado realmente, hasta 2021. Como siempre, empecé a compartir sus videos en el blog, luego le di una revisada al disco para ubicarme y vaya sorpresa, me pareció sólido además de divertido. Sin duda, un gran elemento del metal industrial, como lo fue el Amerikkkant de Ministry en 2018, ahora favoritos del estilo en la historia reciente. Por cierto, esta alineación (John 5, Piggy D y Ginger Fish) ya ha permanecido unida por varios años y éste parece ser el primer gran fruto discográfico de esa sociedad.
6. Distant Populations (Quicksand)
Llegué a Quicksand hace unos años por su relevancia dentro del metal alternativo y el post-hardcore, y curiosamente no me han atrapado (todavía) sus discos noventeros con los que construyeron esa reputación, sino su comeback album de 2017 llamado Interiors y ahora, el Distant Populations, que los muestran muy adultos y plenamente comprometidos con componer canciones, pues esto es una experiencia más melódica que ruda o eléctrica. Obvio tienen tienen riffs densos, afinaciones graves y algunos detalles virtuosos, pero creo que lo que lo hace sobresaliente son sus melodías. Buen material desde este gran trío de rock.
7. Is 4 Lovers (Death From Above 1979)
De entrada quiero hacer una mención especial al disco Positive Rising Pt.2 de los australianos DZ Deathrays, quienes dentro del mismo estilo (llamémoslo dance punk) le compitieron con honores al nuevo material de los canadienses Death From Above 1979, titulado Is 4 Lovers, que se ubica en esta lista. Este disco tiene personalidad, muchos arreglos y mucho ataque. Con el The Physical World de 2014, pasando por el Outrage Is Now! de 2017 y ahora con éste, mi relación con DFA se mantiene igual de fuerte. Música frenética con atractivo pop actual para quienes nos cuesta entender el mundo sin guitarras, bajos y baterías. (Temazo Mean Streets)
8. Tonic Immobility (Tomahawk)
De todos los proyectos de Mike Patton por fuera de Faith No More, Tomahawk es mi favorito, en parte, porque es junto a Duane Denison de The Jesus Lizard, John Stanier de Helmet y Trevor Dunn de Mr. Bungle, y en parte porque su álbum Oddfellows de 2013 se convirtió en uno de mis elementos de culto dentro del metal alternativo. Así pues, desde entonces estuve pendiente del nuevo material que hasta este 2021 se concretó en el Tonic Immobility, un disco con el toque maléfico y circense de Patton, con la crudeza de la controlada y aguda guitarra de Denison, que les permite brillar a la ruda base rítmica de Stanier y Dunn, recordándome una vez más porqué amo el metal con una sola guitarra.
9. Volume One (Speed Stick)
El enero pasado YouTube me sugirió el video de la canción Plants, que me agradó de inmediato sobre todo por la música. Luego escuché el álbum y mi reacción fue igual de positiva. Investigando, encontré que se trataba de un proyecto que involucra integrantes de Superchunk, Polvo y The Breeders, lo que por supuesto me pareció increíble y me llevó a considerarlo seriamente para esta lista. Cuando escucho ésto recuerdo aquel estilo llamado indie, aquel que surgió y quedó atrapado en los años noventa, que todavía tiene sentido si suena así como en este caso, tranquilo, simpático, impecable. Se nota bastante el toque femenino en el resultado.
10. Fortitude (Gojira)
Hice lo posible por buscar un candidato que ocupara este lugar y no tener que caer en el lugar común de elegir Fortitude como el disco de metal del año, pero no lo logré. Por ejemplo, le hice mucha fuerza al Torn Arteries de Carcass, pero no fue suficiente; el Colors II de Between the Buried and Me dio de qué hablar pero no fue suficiente; el Migration de Bossk fue un hallazgo interesante pero no fue suficiente; el nuevo material de Fear Factory está sólido pero no fue suficiente. En fin, hoy en día nadie hace el metal de dos guitarras como Gojira. Puede haber detestado los videoclips (porque hay que ver lo malos que son), pero el disco es impecable y una escucha maravillosa de principio a fin.
11. Glow On (Turnstile)
En cuanto a Turnstile, una de las bandas de punk del momento (junto a IDLES, quienes no saldrán en este conteo después de dos hacerlo en 2019 y 2020), volvieron a ser la revelación del año con el álbum Glow On. En realidad lo que escuché fuertemente fueron los cuatro temas que conformaban el Ep Turnstile Love Connection (y su videoclip de once minutos), que se estrenó a finales de junio. Dos meses después cuando estrenaron el álbum, me encontraba por fuera de casa, tuve rollos con el orden asignado a las cuatro canciones que ya me sabía, y no llegué a querer el disco como al Ep pero en todo caso, el hardcore emotivo de este quinteto de Baltimore es irresistible y me fascina que tengan el detalle musical de incluirle teclados y punteos de guitarra a su ya reconocida fórmula. Gracias chicos, los esperamos en marzo aquí en Bogotá.
En esto se fue gran parte de mi 2021, espero les sirva de guía para un futuro próximo. Ahora, para rematar, algunos audiovisuales favoritos del 2021:
Feliz 2022 y atentos a la nueva música!