Como celebración de la nostalgia por lo que significó aquella grandiosa entrega de hace veinte años, que respeta el humor, el estilo y la historia de la original, esta película está bastante bien. Es muy graciosa, bien construida, y en términos de realización es un gran audiovisual. Danny Boyle vuelve a brillar.
No obstante lo anterior, aunque el éxito en taquilla y los positivos comentarios generales de alguna forma confirman las bondades ya señaladas, siento que esta película no tiene espíritu. Que no tiene nada que decir. A diferencia por supuesto, de Trainspotting de 1997.
Ahora, ¿las películas tienen que ser trascendentales? No. ¿Las películas tienen que fundarse en una premisa original y no en su precuela? No. ¿Las películas "tienen que" algo? No. ¿Voy a recordar Trainspotting 2 en un par de meses? No. Ya la estoy olvidando.
Pero bueno, creo que merece la taquilla si todavía está en cartelera.