in/CASINO/OUT • Vigésimo Aniversario

Mientras el nu-metal remataba el milenio captando toda la atención con canciones a veces básicas y hasta tontas, At the Drive-In cocinaba algo espectacular. Desde la agresividad de su estilo se destacaban con ritmos inteligentes, excelente manejo de dos guitarras, un registro de voz envidiable, buenas letras y mucha emoción en un promedio de tres minutos por corte. Una banda que nació y continúa estando por encima del estándar, proponiendo.

Pues in/CASINO/OUT es su segundo trabajo, un paso delicioso entre el tímido debut y el álbum con el que conquistarían el estatus de culto. Su bondad es la misma evolución de sus integrantes, quienes le dan valor agregado a sus interpretaciones (en algunos casos por herencias latinas) y quienes construyeron una hermandad que les permitió volver a estar juntos en la actualidad después de haberse dedicado por varios años a otros proyectos, siendo los del guitarrista Omar Rodríguez-Lopez los más destacados comercial y críticamente.

Tras una emocionante apertura con Alpha Centauri llega su característica descarga de fuerza con Chanbara, que tira hacia una demencia retadora deliciosa. En Holahoop Wounds encontramos unos hermosos arpegios que nos llevan a la mejor onda de Blink 182, pero superándolos en composición e interpretación. Napoleon Solo es la primera genialidad, uno de sus temas inmortales por la tremenda dinámica musical (en ritmo 3/4), además de un intenso sentimiento marcado por el insistente 'this is forever' con que terminan las estrofas. Hermoso.

Con Pickpocket y sus pegajosos coros ("Of this alabaster cold") empiezan a manejar una amigabilidad con el oyente típica de grandes compositores, capacidad que consagran en For Now... We Toast., sin perder el rumbo, claro. Pasada la mitad llega A Devil Among the Tailors que retoma su ataque clásico, con un interesante toque de industrial entre feedbacks ("Hasta la victoria siempre - Mañana hay misa para sordos"), tendencia que continúa en Shaking Hand Incision.

Montada sobre guitarra sin distorsión y una melodía muy sólida que solo explota en algunos momentos está Lopsided, segundo gran corte del disco (y por eso por encima de los 4 minutos) que se conecta con la delicada Hourglass y también con Transatlantic Foe, poderoso cierre y cuarto para resaltar individualmente por su balance perfecto entre lo sentimental y lo agresivo de la banda.

Será la primera vez que lo escribo pero ahora que pienso en esta primera fase de At the Drive-In los identifico como el indie y el underground de los años noventa. De hecho es un gran ejemplo porque los exponentes de estilos post-hardcore eran escasos en cantidad y popularidad (o al menos en alguno de estos dos criterios), pero estos cinco individuos eran tan buenos juntos siendo tan jóvenes que llegado el  año 2000 eran estrellas, algo extraño en su escena. Y evidentemente in/CASINO/OUT es plena prueba de ello y por eso, un gran recomendado.

Feliz aniversario!

P.D. Por hablar del álbum no puede perderse de vista que las presentaciones en vivo son uno de los activos más valiosos de At the Drive-In...