Que mejor excusa para ver terror que octubre, sobre todo con la respetable oferta que hay en las plataformas de streaming. Tal es el caso de HBOmax, donde anoche me topé con The Evil Dead (1981), obra de culto que todos los seguidores del género debemos conocer, pues es uno de los ejemplos perfectos de películas creadas con bajo presupuesto, que superaron todas las expectativas en impacto a la audiencia, en difusión y taquilla, y generaron un fenómeno cultural y una franquicia longeva y productiva.
Esto obedece al estilo de dirección Sam Reimi que es muy dinámico desde el inicio, con muchos movimientos de cámara y variedad de planos (subjetivos, primerísimos, nadir, entre otros), buscando el propósito. Ahora, si bien la iluminación y el sonido son burdos, también son intensos y efectivos, así como sucede con los efectos especiales, que al ser la gran apuesta de la obra, son una exageración hasta el punto de la ridiculez, pero en todo caso muy trabajados y en un par de oportunidades empatan con una propuesta de stop-motion genial.
Ahora, debo reconocer que no solo me siento mal porque hasta ahora la veo, sino también porque me aburrió un poco. En general me costaron las actuaciones y el montaje, aunque de ninguna forma esto le resta mérito a los mencionados logros artísticos, económicos y culturales. En cuanto a los jóvenes yendo a pasar un fin de semana en una cabaña abandonada en las montañas, no se si estaban partiendo del cliché o cayendo en él, pero bueno, era 1981 y la idea no estaba tan desgastada como ahora. Pensemos que con esta exitosa obra ayudaron a originar el cliché.
De cualquier forma, aprovechen este octubre y la disponibilidad de The Evil Dead en streaming para validar por ustedes mismos este clásico del terror y de paso celebrar sus cuarenta años de existencia.
