Teniendo en cuenta la relevancia de la terapia en la cultura actual, que tiene antecedentes televisivos al menos a partir de The Sopranos (HBO, 1999), así como el éxito de la serie Big Little Lies (HBO, 2017) también producida y protagonizada por Nicole Kidman, y también adaptada de otra novela de la escritora australiana Liane Moriarty, no extraña que Nine Perfect Strangers haya llegado al mercado. Es una serie que además de unir el drama personal de cada uno de los personajes quienes se encuentran en un retiro en el resort de salud y bienestar Tranquillum House, le mezcla el humor y elementos de thriller, logrando una efectiva opción de entretenimiento, con una mujer en el rol líder de la terapeuta, y proponiendo temas actuales como el (no poco controversial) potencial terapéutico de los enteógenos.
Teniendo en cuenta que es una mini-serie (8 episodios de 42-55 minutos), el tiempo en pantalla es muy balanceado, dejando el tiempo preciso para presentar y enlazar las historias de los personajes, así como para conocer sus lados oscuros y divertidos. Obviamente hay algunos lugares comunes pero sus arcos dramáticos funcionan y dejan un balance positivo. Dicho sea de paso, muy bien Melissa McCarthy. Por su parte, todo acontece en una misma locación, por lo que uno termina muy vinculado con el espectacular espacio y muy pendiente de los recurrentes flashbacks que van completando la historia poco a poco.
Inicialmente tuve la leve sensación de que todo se estaba abordando de manera light, pero hacia la mitad cuando el enredo está en su mejor momento, se emplean trucos en imagen y en sonido más ácidos que fortalecen el suspenso. Ahora, el estilo amigable de Nine Perfect Strangers le permitirá llegar a audiencias de diferentes estilos e intereses para que al cierre se lleven una reflexión valiosa. Disponible en Amazon Prime.