Por: Juan Francisco Jaramillo // @Juan_Mohan
El final del Siglo XX supuso que el ánimo de muchos músicos y bandas tomara distintas formas de afrontar el cambio de centuria que además era el cambio de milenio. Dicho cambio se manifestó en una oscilación entre la expectativa y la incertidumbre por el porvenir.
En el caso del rock alternativo británico llamado caprichosamente “britpop” de finales de Siglo XX había una especie de reevaluación de las formas y los métodos. Tanto por las experiencias personales de los músicos como sus propias ambiciones creativas sobre hacia dónde llevar su sonido.
Blur como piedra angular del rock británico de los noventa encaró el final del siglo con 13, un disco en el que las expectativas e incertidumbres se plasman en el sonido y en el que se desea abrirse a nuevas posibilidades sonoras como un síntoma de cansancio ante las fórmulas previamente usadas o ante el hartazgo de los moldes impuestos por la industria discográfica, es así como el primer paso está en alejarse del productor Stephen Street con quién habían trabajado casi desde sus comienzos y contratando los servicios de William Orbit.
Otro ingrediente importante en el sonido de 13 es la confrontación creativa y personal dentro de Blur, a nivel creativo Damon Albarn (voz principal) y Graham Coxon (guitarra) tenían visiones diferentes hacia donde dirigir el proyecto, el primero deseaba experimentar mientras que el segundo quería conducir las cosas a un terreno más guitarrero acercándose al punk. Las canciones contenidas además reflejan la pesadumbre de la vida personal de Albarn, es así como por ejemplo Tender sobresale por esa belleza melancólica y una simpleza folk que la vuelve en una pieza luminosa, épica redención gospel tras su ruptura sentimental con Justine Frischmann de la banda Elastica.
Coffe & TV por su parte, uno de los sencillos promocionales del disco, sirve para comprender lo que pasaba con Coxon. El sonido de esta canción medio festivo y optimista se burla de las adicciones. No está de más también recordar ese precioso video que llenó las retinas de miles de televidentes en diversos canales y programas de música (sí, hubo una era casi prehistórica en que los videoclips había que rastrearlos en la televisión y no en plataformas de video en línea...)
En el caso de las canciones más guitarreras correspondientes a ese espíritu punk que buscaba Coxon sobresale Swamp Song que se envuelve en la voz quejumbrosa de Albarn al principio para luego tornarse poco a poco en una espiral de rabia y desespero que estalla hacia el final. En contraparte con lo anterior está 1992, tema ciento por ciento de factura de un Albarn abatido, esta canción casi instrumental sumerge al oyente en una pieza entre lo folk/indie hacia un territorio experimental que si se quiere, se puede percibir como un guiño a la semilla sembrada años antes por Radiohead en el OK Computer.
El punto más rockero en el sentido estricto de la palabra está en B.L.U.R.E.M.I. que es de las canciones más cortas de todo el disco y que conecta a Blur con nombres gloriosos del rock británico de finales de los setenta. La segunda parte del álbum muestra a un Blur conducido hacia la experimentación con canciones llenas de pasajes instrumentales y con sonidos que atisban lo que demostraría el señor Albarn con su proyecto Gorillaz.
13 es en definitiva una obra magnífica en la discografía de Blur, un disco hecho en medio de crisis personales y creativas pero que conducidas de manera sabia dan como resultado un disco perfecto para comprender un poco las turbulencias del final del siglo pasado.
Feliz aniversario!