Sobre: Fear Inoculum

Si creyeron que iban a encontrar una reseña de este disco tal vez no me estaban prestando atención en estos últimos años. No los culpo, yo tampoco lo haría (chiste de Lester Burnham en American Beauty). No creo en las críticas inmediatas de álbumes. Si me pagaran por ello, en todo caso no lo reseñaría sin haberlo escuchado antes unas diez veces completo, al menos. Por otro lado, evadiré las reseñas inmediatas disponibles desde hace días hasta no completar mi propia experiencia con Fear Inoculum, así como uno uno evita spoilers antes de ver una película o serie de televisión. (Claro, no es que lo que yo crea importe...)

Pero bueno, esta entrada obedece a que hoy es un día importante para la comunidad de esunatrampa (si es que existe tal cosa), porque hoy Tool estrenó un nuevo álbum y cada álbum de Tool ha sido un elemento relevante por contribuir positivamente a forjar el carácter y la identidad de una porción de mi generación, si es que semejante cosa pudiera atribuirse a un disco de rock. Dicho sea de paso, esos elementos aparecieron en escena y en el comercio, antes de la llegada de Internet y su consolidación, así que se trata de elementos sagrados.

Honrando los mitos de la brujería en el rock, que inician con Robert Johnson vendiendo su alma al diablo en un cruce de caminos en algún lugar del sur de los Estados Unidos para tocar la mejor guitarra, que pasan por los fundacionales Black Sabbath y Led Zeppelin, y que luego se remojan en las exquisitas formas extremas del undeground ochentero para terminar muriendo con la llegada del nuevo milenio, los discos de Tool estaban rodeados de magia. Magia porque sus ritmos en batería prácticamente lo son, o porque por años nadie conocía sus caras, o porque me costaba trabajo saber si las letras eran en serio o en broma, pero igual cambiaron mi vida (solo si la magia existiera y si pudiera existir en lugar distinto a mi cabeza).

Ya nada de eso importa. Con Internet no hay nada sagrado porque los trucos están revelados y con los trucos revelados no puede haber magia. Entonces Fear Inoculum nace privado en gran parte del ambiente mágico de la que gozaron sus hermanos mayores, pero igual es un día de celebración de esta historia mágica que fue maravillosa mientras duró. Ya sabemos que el niño dios no existe, pero igual vamos a celebrar navidad con quienes le dieron vida al mito. También es un día de celebración porque cesan los titulares vacíos sobre el nuevo álbum. Luego de ver bandas gigantes regresar con nuevo disco después de más de 13 años (Faith No More, Refused, Soundgarden), nunca imaginé que "Internet" iba a forzar la saturación de un templo con turistas ruidosos y fastidiosos, como ha sucedido con este en estos últimos 18 meses. (Repito, solo mi necedad podría darle sentido a esta tontería).

Con la llegada del Fear Inoculum y el par de videos promocionales que deben venir en camino, espero con ansias volver a ver el templo vacío, visitado solamente por los seguidores de siempre, los nuevos convertidos y eventuales turistas respetuosos. Espero que esta tranquilidad dure, al menos, lo que demoraré en compartir la reseña Fear Inoculum • Décimo Aniversario.

Buena experiencia para todos con este nuevo capítulo!